A medio camino entre un SUV y una berlina familiar, el Subaru Outback es uno de los vehículos más efectivos cuando el suelo está resbaladizo, aportando un extra de seguridad con el sistema de tracción integral permanente AWD y un estilo de conducción que valoran mucho quienes transitan con frecuencia por caminos sin asfaltar para practicar sus deportes favoritos o viajar en condiciones climatológicas complicadas.
El fabricante japonés ha renovado de forma profunda este modelo, cuya primera generación se lanzó al mercado hace 20 años y del que se han vendido ya 4,8 millones de unidades, principalmente en Estados Unidos, Japón y los países nórdicos, donde los conductores saben apreciar las ventajas de la tracción total permanente. A lo largo de las sucesivas generaciones, el Outback se ha convertido en el escaparate donde se han estrenado todas las tecnologías de Subaru, como el sistema de seguridad Eyesighth en 199, el primer motor bóxer diesel en 2008, el cambio CVT en 2009 y la combinación del cambio Lineartronic con un motor bóxer diesel en 2012. En la gama 2015 las innovaciones vienen de la mano del paquete de seguridad Eyesight, que explicamos más adelante.
Manteniendo los valores tradicionales del Outback, que se basan en seguridad, fiabilidad y experiencia de conducción, Subaru ha realizado algunos cambios de importancia en la gama que se centran en una mejora de la calidad percibida y la introducción de avanzados sistemas de seguridad. La altura libre al suelo sigue siendo de 200 milímetros, que permiten transitar por caminos sin asfaltar sin dañar los bajos ni quedarse ‘empanzado’ con el primer agujero, y por la configuración del motor bóxer tiene una gran estabilidad en curvas al llevar el centro de gravedad más bajo.
Es algo más largo –mide 4,85 metros de longitud, 25 milímetros más que la generación anterior- y algo más ancho -20 milímetros-. En su interior hay espacio suficiente para que viajen cinco adultos con su equipaje, pues el maletero tiene una capacidad de 559 litros (47 litros bajo el suelo), con la posibilidad de ampliarlo hasta 1.848 litros cuando se abaten las plazas traseras.
Ahora tiene un chasis un 60% más rígido, se han introducido sistemas que mejoran la seguridad del peatón en caso de atropello y si llega a producirse un choque, el árbol de la transmisión tiene un mecanismo para que se colapse y no llegue a introducirse en el habitáculo. Con estos avances ha logrado cinco estrellas en las pruebas de EuroNCAP y la puntuación más alta en pruebas de choque realizadas por diversos organismos en Japón y Estados Unidos.
La estética ha cambiado con la introducción de la parrilla hexagonal y luces de posición LED en la parte superior de los faros, además de montar protecciones laterales. También se ha modificado el parabrisas delantero, ahora con mayor inclinación y la línea del techo tiene una caída más acentuada, quedando rematada por un discreto alerón.
Al mejorar la aerodinámica, reducir las vibraciones y modificar suspensiones, dirección y frenos –los traseros llevan discos ventilados-, se nota en el tacto al volante y en el confort de marcha en carretera. Los ángulos de ataque, ventral y salida se mantienen idénticos, de modo que tiene una excelente capacidad off-road y como lleva suspensión trasera autonivelante, la altura es siempre la misma aunque viajemos muy cargados.
Para garantizar un buen comportamiento fuera del asfalto cuenta con el botón X-MODE junto a la palanca del cambio, que incluye un efectivo control de descenso (MDC) que funciona hasta una velocidad de 20 km/h, reteniendo el coche cuando hay una fuerte pendiente sin necesidad de tocar el freno, y un control de tracción AWD mejorado que garantiza una efectiva transmisión de la potencia a las ruedas que mayor agarre tengan en cada momento.
Los motores bóxer reciben algunas modificaciones que logran una mayor eficiencia. En el caso del 2.0 bóxer diésel, el 90% de los componentes se han mejorado, incluyendo el sistema Common Rail, inyectores y turbo para cumplir con la estricta normativa de emisiones Euro 6, de modo que mantiene la cifra de potencia en 150 CV pero el par máximo de 350 Nm está disponible en un mayor rango de utilización, entre 1.600 y 2.800 rpm. Esto ha significado una reducción del consumo medio en 0,3 litros para homologar 5,6 litros y 145 g/km de CO2 con el cambio manual y 6,1 litros con el cambio Lineartronic.
Otra novedad importante en el apartado mecánico es el cambio Lineartronic –de seis velocidades en diésel y siete en gasolina-, que introduce algunos cambios respecto a la generación anterior en la unidad de control y la bomba para obtener una menor sonoridad y vibraciones, además de una reducción del resbalamiento mecánico.
En cuanto al interior, la mejora es considerable a base de materiales de mejor calidad, plásticos blandos en la parte superior del salpicadero, cuero microperforado con doble costura en los asientos, relojes del cuadro de instrumentos con nuevo diseño que facilita la lectura y luces LED en los tiradores de las puertas, entre otros detalles.
La pantalla de infoentretenimiento de 7” se sitúa en el centro del salpicadero, agrupando todas las funciones referentes al sistema de audio, teléfono manos libres, navegación y ajustes diversos. Además, como novedad, incluye en sistema Starlink de conectividad para enlazar un smartphone al coche y poder disponer de algunas aplicaciones para acceder a la radio por internet y redes sociales, por ejemplo, siempre que el coche esté parado.
La gama se estructura con dos motores -2.0 bóxer diésel de 150 CV y 2.5 gasolina de 175 CV- dos cajas de cambio –manual de seis velocidades y Lineartronic- y tres niveles de acabado: Sport, Executive y Executive Plus. Los precios van desde 29.900 a 36.900 euros, ocho colores de carrocería y tres tonalidades de interior para elegir. En el catálogo de accesorios hay muchos productos para hacer más fácil el transporte de equipamiento deportivo, como cofres para el techo, portabicis, portaesquís, gancho de remolque, etc.
Durante la presentación hemos tenido ocasión de conducir un Outback con motorización diésel y cambio Lineartronic durante un recorrido de dos horas que incluía carreteras de todo tipo y una ruta offroad con cierta dificultad que ha superado con una enorme facilidad. Sorprende lo bien que se comporta el coche por pistas rápidas con el suelo muy deslizante y la gran capacidad que tiene para afrontar obstáculos donde muchos otros SUV de prestigio se quedarían atrapados. Además, hemos probado en primera persona el sistema de frenada de emergencia, que funciona hasta una velocidad de 50 km/h y llega a detener el coche si detecta un obstáculo en la trayectoria y el conductor no acciona el freno. Un gran avance en materia de seguridad que evitará muchos accidentes en áreas urbanas.
Los precios de venta del Subaru Outback 2015, incluyendo ya la campaña de descuento de 3.000 euros que se aplica en toda la gama, son los siguientes:
Diesel 2.0 TD Sport: 29.900 euros
Diesel 2.0 TD Executive: 33.100 euros
Diesel 2.0 TD Executive Lineartronic: 35.200 euros
Diesel 2.0 TD Executive Plus Lineartronic: 36.900 euros
2.5 CVT Sport Lineartronic: 31.900 euros
2.5 CVT Executive Lineartronic: 33.200 euros
2.5 CVT Executive Plus Lineartronic: 36.900 euros
José A. Prados – www.vidapremium.com