En las próximas semanas se pone a la venta la quinta generación del Subaru Outback, un vehículo que desde su lanzamiento en 1995 ha marcado una tendencia que ahora se denomina ‘crossover’ a la que se han apuntado muchas marcas por la gran versatilidad de uso que ofrece. Han sido dos décadas en las que el Outback ha ido evolucionando para convertirse en un coche elegante, práctico y muy divertido de conducir por el placer que proporcionan los motores bóxer de cilindros opuestos y con la particularidad de ofrecer también una versión diésel con esta tecnología, la única del mercado.
Sus cualidades dinámicas fuera del asfalto superan a la mayoría de los SUV de tipo urbano que tan de moda están últimamente gracias a un sistema de tracción integral permanente que ha sido desarrollado en el Mundial de Rallyes y una generosa altura libre al suelo -200 milímetros- que permite circular por caminos sin asfaltar sin miedo a dañar los bajos o quedarse atascado.
Entre las novedades de esta quinta generación destaca la parrilla hexagonal y la tecnología LED que se emplea en las luces de cruce, posición y freno. También varían algo las medidas, pues ha crecido 25 milímetros hasta alcanzar una longitud de 4,81 metros y también sucede lo mismo en anchura, ahora con 1.840 mm -20 más-, permaneciendo invariable la altura en 1.605 milímetros.
El chasis ha aumentado su rigidez para proporcionar un mejor confort de marcha y se han reducido los niveles de ruido y vibraciones procedentes del habitáculo del motor mediante la insonorización de ciertas partes a base de materiales aislantes de mayor tamaño, nuevos tacos de motor hidráulicos y una luna delantera con mejor aislamiento acústico. En el apartado mecánico hay que mencionar el sistema VDC de control de estabilidad y tracción, que añade por primera vez la función Active Torque Vectoring para aumentar la agilidad y mejorar el paso por curva, frenando la rueda interior en caso necesario y repartiendo el par entre las cuatro ruedas.
En el interior se percibe mayor calidad en los materiales y el cuadro de instrumentos incorpora un doble óvalo con los indicadores de velocidad, revoluciones y una pantalla de cristal líquido con información del ordenador de viaje entre ambos relojes. En el centro del salpicadero está la pantalla multifunción con el sistema Starlilnk y total conectividad con dispositivos móviles.
Como la seguridad es una parte muy importante en las investigaciones de Subaru, en el nuevo Outback se ofrece el sistema Eyesight como parte del equipamiento de serie en las versiones con cambio automático. Funciona mediante dos cámaras a color en alta definición estéreo con sensor de imágenes de semiconductores de metal (CMOS) que actúan como unos ojos adicionales y permiten diferenciar objetos en movimiento como coches, peatones y ciclistas de los objetos estáticos. Actúa sobre el motor, la transmisión y los frenos, realizando una frenada precolisión hasta 50 km/h, control de crucero adaptativo hasta 180 km/h y alerta de cambio de carril. Antes de actuar emite una señal sonora y visual y si detecta que el conductor no frena a tiempo pasa a intervenir.
Todos los modelos de la gama Outback 2015 tienen un descuento promocional de 3.000 euros, de manera que es posible adquirir un diésel bóxer desde 29.900 euros con el cambio manual en acabado Sport y por 33.190 euros en acabado Executive, mientras que los modelos con gasolina estarán a la venta con cambio automático Lineartronic de seis marchas en acabado Sport, Executive y Executive Plus desde 31.900 a 36.900 euros. Hay un total de ocho colores a elegir y como equipamiento opcional se ofrece el Outdoor Pack que por 925€ incluye rueda de repuesto en medida original y embellecedores plateados en la carrocería.
José A. Prados – www.vidapremium.com