Ha ganado cinco veces el París-Dakar entre 2005 y 2013 y su pasión por las motos es tan grande que no puede pasar un día sin subirse en una. Hablamos de Cyril Despres, el piloto francés que es una de las grandes leyendas en los rallies y que ha hecho de la moto su forma de vida. Ahora, retirado del mundo de la competición, ha acometido su última ‘locura’ en forma de rally clásico con sus numerosos amigos y seguidores por las montañas de Andorra, el país donde ahora vive.
Este proyecto se ha materializado en una prueba llamada Andorra 500 Classic, que en su primera edición reunió a 70 pilotos del 4 al 7 de junio con sus increíbles máquinas de más de 25 años en la localidad andorrana de Ordino, un bello paisaje entre montañas al que acompañó un tiempo espléndido durante los cuatro días para disfrutar al máximo de los más bellos recorridos con tres categorías: Classic, Neo Retro y Custom.
El nombre de la prueba hace referencia a los 500 kilómetros que los participantes tuvieron que recorrer durante las cuatro jornadas, con etapas muy variadas que partían desde Ordino como centro de operaciones para ascender a los mejores miradores del país e incluso alguna inclusión por carreteras españolas y francesas, además de una parada en un circuito de karts donde los motoristas pusieron a prueba sus habilidades en condiciones de máxima seguridad.
El espíritu de camaradería entre colegas que saben disfrutar de los placeres de la vida acompañados de sus inseparables motos fue el punto de encuentro de esta primera edición del rally en los Pirineos de Andorra, con todo tipo de pruebas, desde las tres especiales diarias –uno de ellos en circuito-, pruebas de navegación y alguna sorpresa que la organización siempre tenía preparada.
El evento contó con diferentes patrocinadores que han acompañado a Cyril Despres durante su vida deportiva, como el caso de Yamaha, que realizó un importante despliegue con motos de estilos muy diversos en perfecto estado de conservación, los lubricantes Elf y la firma relojera suiza Zenith, que en los últimos años ha realizado una importante apuesta en el mundo de la competición de vehículos clásicos, primero en coches y ahora en motos. Un reloj Zenith El Primero se encontraba en la línea de salida de cada tramo para realizar el cronometraje oficial de la prueba, y también hubo una exposición con las piezas más recientes presentadas este mismo año, como el modelo Zenith El Primero Sport, y los ganadores en cada una de las categoría se llevaron una réplica del cronógrafo El Primero en tamaño mesa de escritorio.
Por cierto, el ganador de la categoría absoluta fue Cyrus Rahmat y la moto más bonita, por votación popular, una Honda de competición en perfecto estado con su carenado en color crema. Ahora el incansable Cyril ya trabaja para organizar la segunda edición, que será un nuevo éxito en su carrera.
José A. Prados (Andorra) – www.vidapremium.com