Dentro de su estrategia de buscar una mayor eficiencia y más respeto con el medio ambiente, la firma checa Skoda tiene una gama de productos que se agrupan bajo la denominación GreenLine, y puede presumir de comercializar 22 modelos por debajo de 100 g/km y 112 por debajo de 120 g/km, algo que cada vez valoran más los conductores y que agradecen las grandes urbes.
Entre las últimas incorporaciones a las mecánicas verdes están los modelos que funcionan con GNC, un gas cada vez más utilizado en transporte –privado y colectivo- por las ventajas que supone en término de emisiones contaminantes, sobre todo los óxidos de nitrógeno (NOx) y el tan nombrado CO2.
La gama Octavia ya supuso un importante avance en materia de emisiones al reducir una media del 17,5% frente a la generación anterior, pero Skoda quiere ir más allá y ha iniciado la comercialización del Octavia G-TEC desde el pasado mes de junio, un modelo que apuesta por el gas natural por las grandes ventajas que aporta, también para el bolsillo de su propietario.
Es una tecnología que tiene que ir extendiéndose cada vez más, como sucede en muchos países europeos y americanos, pero además tiene la ventaja de que va equipado con un depósito de gasolina y otro de gas natural, de manera que siempre se puede repostar alguno de los dos combustibles. En la actualidad hay un total de 21 estaciones de servicio que suministran GNC –diez de ellas en la Comunidad de Madrid-, pero hay previstas muchas aperturas para los próximos meses por el auge que está tomando entre conductores profesionales y particulares.
Una de las ventajas es el precio, un 40% inferior, que permite amortizar a corto plazo una transformación para que el coche pueda circular con este combustible, que tiene un precio entre 1.500 y 2.500 euros con la homologación. Según indica el fabricante, el consumo en modo GNC es de 5,4 m3 (3,5 kilos) cada 100 kilómetros en condiciones de homologación, que supondrían unos 400 kilómetros de autonomía. En la vida real, realizando una conducción normal, el tanque de GNC puede durar unos 280-300 kilómetros, y el precio del kilo es en la actualidad de 1,04 euros, por lo que llenar el tanque costaría algo más de 15 euros. Hagan cuentas porque interesa.
Tecnología eficiente
El motor que emplea esta versión con GNC es el 1.4 TSI, un propulsor de cuatro cilindros en línea que entrega una potencia de 110 CV (81 kW) entre 4.800 y 6.000 rpm, con un par máximo de 200 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm. Habrá quien piense que es una cifra de potencia muy baja para un coche que pesa 1.412 kilos en vacío, pero con la actual legislación y para realizar una conducción normal, estamos seguros de que cumple en la inmensa mayoría de los casos.
Las prestaciones son más que suficientes, con una velocidad máxima de 193 km/h, aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos y la ventaja de que al tener una cilindrada baja el consumo está muy equilibrado: 5,4 litros de media y unas emisiones de CO2 de 97 g/km, de las más bajas de su segmento, algo que se nota en el precio final del vehículo.
Al contar con dos depósitos de combustible, uno de gasolina de 50 litros y otro de GNC de 15 kg, la autonomía es uno de los puntos fuertes. En el momento de realizar la prueba, con los dos depósitos llenos, la autonomía indicada era de 920 kilómetros al sumar los 280 de GNC y los 640 de gasolina. Los datos de autonomía se ven reflejados en el ordenador de viaje del coche, que cuenta con una pantalla específica en la que aparece la autonomía en cada uno de los modos, y en el cuadro de mandos tiene un indicador a la izquierda para el depósito GNC que va iluminado en color verde cuando está funcionando en este modo, y el clásico de gasolina a la derecha.
Durante nuestra prueba hemos recorrido un total de 290 kilómetros, momento en que se ha apagado la luz verde y ha empezado a funcionar con el depósito de gasolina, de forma automática y sin notar nada en la conducción. No hay apenas diferencia en la conducción con los dos combustibles –algo más de potencia en gasolina-, no se perciben olores, tampoco pierde capacidad de carga en el maletero –el depósito de gas va en el lugar que ocuparía la rueda de repuesto, que se sustituye por un kit para reparar los pinchazos- y estéticamente lo único diferente es que tiene un sistema de repostaje doble en el que al abrir la trampilla encontramos dos tapones.
El precio del Skoda Octavia Combi Elegance G-TEC que hemos probado es de 25.930 euros, pero en estos momentos la marca cuenta con una serie de descuentos (1.879 euros de campaña mensual, 1.800 euros de descuento si el cliente se acoge al plan de financiación con Skoda Finance y otros 1.000 euros se cumplen las condiciones para acceder al Plan PIVE, que suman en total 4.679 euros), con los que el coche se puede adquirir desde 21.251 euros. Este mismo coche con el motor 1.4 TSI gasolina de 140 CV en acabado Elegance cuesta 22.310 euros.
José A. Prados – www.vidapremium.com