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Peugeot 208 1.2 Puretech 82 CV 5p

25 de junio de 2018

Con detalles de buen gusto y una mecánica más capaz de lo que parece, también convence por su precio, desde 12.860 €.

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Sobre una carrocería de 3,97 metros de largo, formas curvadas, adornado con pliegues en las puertas y capó, el diseño del Peugeot 208 destila buen gusto. Además, los faros están resaltados por luces diurnas LED y cada piloto trasero cuenta con tres líneas rojas luminosas que quieren representar las garras de un león.
 
Su peculiar diseño interior es típico en los nuevos productos de la marca del león. El panel de instrumentos, denominado i-cockpit, sitúa el velocímetro y cuenta-revoluciones en la parte superior, mientras que el pequeño volante está situado por debajo, de manera que los relojes se ven por encima del volante en lugar de a través de él, como en modelos de otras marcas.
 
Esta posición, audaz pero algo extraña, requiere una cierta adaptación al mantener los brazos en una posición más baja de lo normal. A nosotros nos ha gustado, porque permite controlar constantemente la velocidad a la que se circula sin que haya que desviar la mirada hacia abajo, mientras que el pequeño volante se maneja con suavidad y menos cansancio que si se llevan los brazos más altos.
 
El interior destila calidad y además es bonito, con muchos plásticos blandos y una pantalla táctil central, para manejar los sistemas de audio y entretenimiento, que parece algo complicada al principio, pero es fácil de dominar. El climatizador, situado en la parte baja, se controla con unas sencillas palanquitas independientes, como debe ser.
No hay asideros por encima de las puertas, aunque el pomo de la palanca de cambios es más agradable que el anterior, terminado en frío metal.
 
El espacio para las plazas delanteras es holgado para personas de cualquier talla. Dos pasajeros traseros tienen suficiente espacio para las piernas, pero no lo es tanto en distancia al techo pues, si son altos, sus cabezas pueden rozar con él con cierta facilidad. Como siempre en coches de este tamaño, un tercer pasajero trasero viajará incómodo. Los asientos traseros pueden abatirse en una proporción 1/3 ó 2/3. El maletero es generoso, con 285 litros de capacidad, y tiene una forma cuadrada y muy aprovechable; el doble fondo sorprende agradablemente por esconder una rueda de repuesto de la misma medida que el resto.
 
El número de huecos portaobjetos es suficiente para el día a día. Si queremos contar con un práctico reposabrazos central habrá de desembolsar 170 €. Los sensores de luz y lluvia son de serie en el acabado “Allure”, lo mismo que los detalles de iluminación ambiental, mientras que el paquete “Cielo” incluye el techo solar (500 €). La cámara de visión trasera, que resulta utilísima para aparcar, puede obtenerse por (390 €).
 
Sin ser un peso pluma (1.035 kilos), es suficientemente ligero para que el consumo, prestaciones y comportamiento se beneficien notablemente. En marcha, es ágil y tiene muy buena respuesta a la dirección si se circula por tramos con muchas curvas y da la sensación de muy buen agarre a velocidad elevada. La firme suspensión, que no resulta incómoda, consta de columnas McPherson en el tren delantero y eje de torsión en el trasero. En ciudad, el pequeño volante está bien asistido para ayudar en el callejeo y las maniobras en parado.
 
El motor 1.2 Puretech de gasolina, tricilíndrico de 82 CV de potencia, sorprende por su baja sonoridad y ausencia de vibraciones, a pesar de tratarse de un tres cilindros.
Su comportamiento en ciudad es muy bueno, ayudado por el cómodo manejo del pequeño volante y buena asistencia de la dirección para las maniobras en parado. Además, es fácil conseguir consumos reducidos gracias al eficaz y silencioso sistema Stop/Start, desarrollado por el grupo PSA, que detiene el motor, incluso antes de detenerse ante un semáforo, y lo vuelve a arrancar con una suavidad inaudita.
 
Quien opine que 82 CV son pocos para moverse con soltura por carretera se equivoca en este caso. Es cierto que, para adelantar en vías de doble sentido, hay que anticipar la maniobra, reducir de marcha y acelerar con decisión, pero el motorcito responde con voluntad, sube bien de vueltas y permite circular a buen ritmo, a lo que ayuda el buen tacto y precisión del cambio manual de cinco velocidades.
 
Tiene muy buena respuesta a la dirección si se circula por tramos con muchas curvas, dando la sensación de muy buen agarre. La suspensión es firme, sin resultar incómoda incluso en carreteras degradadas. En nuestra prueba, el consumo medio se ha mantenido estable en 5,9 litros cada cien kilómetros, circulando tanto en ciudad como en carretera, practicando un estilo de conducción alegre pero sin excesos.
 
Está disponible en carrocerías de tres o de cinco puertas, con una diferencia de precio de 300 € entre ellas, y cuenta con multitud de opciones mecánicas, con tres motores diferentes de gasolina (68, 82 y 110 CV) y tres diesel BlueHDI (75, 100 y 120 CV). Con esta mecánica y la carrocería de 5 puertas, el Peugeot 208 1.2 Puretech de 82 CV se ofrece en tres acabados diferentes, Active (12.860 €), Signature (13.540 €) y Tech Edition (15.240 €). Calidad y buenos detalles de acabado ayudan a decidirse por este utilitario bien hecho, de decentes prestaciones, bajo consumo y competitivo precio.
 
FICHA TÉCNICA
Peugeot 208 1.2 Puretech 82 CV 5 puertas
DIMENSIONES
Longitud: 3,973 metros
Anchura: 1,739 metros
Altura: 1,460 metros
Batalla: 2,538 metros
Peso: 1.035 kilos
Maletero: 285 litros

MOTOR
Tipo: gasolina, turboalimentado
Posición: delantero transversal
Número de cilindros: 3
Cilindrada: 1.199 cc
Potencia: 825 CV a 5.750 rpm
Par máximo: 118 Nm a 2.750 rpm
Cambio: manual 5 vel
Tracción: delantera

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 175 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 12,2 segundos
Consumo medio: 4,8 litros
Emisiones CO2: 109 g/km

Precio: 13.090 euros
 
J. Miguel Quintana - www.vidapremium.com

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