2015/08/10/md/916_2.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_3.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_4.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_5.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_6.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_7.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_8.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_9.jpg
2015/08/10/md/916_10.jpg
Triumph Street Triple RX
2015/08/10/md/916_11.jpg
Triumph Street Triple RX

Triumph Street Triple RX

10 de agosto de 2015

Dotada de un motor tricilíndrico de 106 CV, luce decoración exclusiva con chasis y llantas en rojo, además de pintura en plata.

Compartir en:

La RX es el tope de gama del modelo de Triumph más vendido en los últimos años, una moto lógica, asequible y amable, pero con un comportamiento deportivo a la altura de las mejores. Una deportiva en que coinciden la razón y el corazón.
El modelo estándar de la Street Triple, que ya probamos en su versión 2013 nos convenció por su excelente compromiso entre practicidad, precio y deportividad, su éxito de ventas nos pareció totalmente justificado. El compromiso implica limitar la potencia máxima del motor a 95 cv para que la ley permita ofrecer un kit de limitación que la haga válida para ser conducida con el A2 y unas suspensiones  poco sofisticadas en cuanto a ajustes para contener el precio, aunque debo decir que en ningún caso criticables ya que su funcionamiento supone un claro paso adelante sobre los modelos anteriores con escapes bajo el colín.
Para quien no necesite una moto limitable y esté dispuesto a pagar los 1.300€ de diferencia por mejores componentes Triumph ofrece la Street Triple R, con una decoración distintiva, un motor con 11 cv más, unas suspensiones totalmente regulables, frenos más eficaces con 4 pistones y pinzas de anclaje radial.
El modelo RX es una edición especial del R al que se la ha dado una decoración específica con chasis y llantas en rojo y pintura en plata. Se le ha cambiado el asiento del piloto por uno más deportivo, de supersport ya que monta un subchasis  y colín basado en el de la Daytona 675. Se ha añadido de serie cúpula y quilla y, como componente más significativo, un cambio semiautomático. Su incremento de precio sobre la R es de 500€, más que razonable valorando solo los componentes añadidos y más aún si apreciamos la imagen claramente más deportiva que ofrecen su asiento y colín.
Esta roadster no entra en la guerra de la electrónica más sofisticada, pero está tan bien resuelta que no parece necesitarlo. Incorpora lo necesario, una gestión del gas con acelerador “ride by wire” que le da un tacto y una conexión con la entrega del motor excelentes y un ABS deportivo eficaz y poco intrusivo. No hay modos de conducción, pero la entrega de potencia tan noble y lineal que proporciona no te hace echarlo de menos ni con asfalto deslizante ni en conducción deportiva. Tampoco tiene control de tracción, pero tampoco parece grave por el mismo motivo, su potencia a la medida del usuario y su nobleza de reacciones no lo hacen tan necesario como en modelos más potentes o de tacto más bronco.
El alabado motor tricilíndrico de 675 cc vuelve a mostrar un impecable funcionamiento con sus 106 cv a 11.850 rpm y 68 Nm de par máximo a 9.750, aunque ya se acerca a los 60 Nm desde 3.000 rpm y los mantiene hasta las 12.000. Esto último junto a su progresividad y falta de baches o picos de potencia es lo que lo convierte en un ejemplo de suavidad y empuje.
En este modelo se añade un cambio semiautomático, del tipo de los usados en competición, que nos permite subir marchas sin cortar gas ni, por supuesto, tocar el embrague.
El chasis ha variado sus cotas de lanzamiento y avance de la dirección para darle un comportamiento más ágil y deportivo. Según el fabricante se ha aligerado en 6 kilos, sobre todo en la zona trasera lo que contribuye a centrar más sus masas.
Las llantas más ligeras reducen la masa no amortiguada lo que ayuda al trabajo de la suspensión y facilita los cambios de dirección.
Uno de los cambios más importantes sobre el modelo estándar son las suspensiones. La horquilla es una Kayaba invertida con barras de 41 mm de diámetro, ajustable en precarga, compresión y extensión. El amortiguador, con depósito separado y también totalmente regulable va anclado con bieletas.
La posición de conducción pasa a ser algo más deportiva ya que, aunque las distancias manillar/estriberas no cambian, el asiento está 20 mm más alto (820 mm) con lo que el piloto va ligeramente más volcado sobre el manillar.
El precio de esta deportiva de manillar plano es de 9.445€
José Mª Hidalgowww.super7moto.com 

Compartir en:

Vidapremium te recomienda