Mazda CX-3 2.0 Skyactive-G 121 CV

El éxito comercial del CX-5 y la pujante demanda de modelos SUV en segmentos más pequeños animó a Mazda en el año 2015 a lanzar un vehículo que tomaba los genes de su hermano, pero en formato compacto y con la denominación CX-3, que recientemente ha sufrido un ligero ‘restyling’ para ponerse al día, sobre todo en materia de conectividad y seguridad, porque el diseño apenas ha cambiado.
 
Desde luego, la firma japonesa ha dado plenamente en la diana con un producto que destaca tanto por la originalidad de su diseño como por la calidad de conducción y acabados, un producto redondo. A pesar de sus numerosas cualidades, no lo tiene fácil para competir con vehículos de gran peso en el segmento, como el Nissan Juke, Peugeot 2008, Kia Stonic o Renault Captur, por citar solo algunos ejemplos.
 
Con unas dimensiones compactas (4,27 metros de longitud) y un peso bastante contenido (1.259 kilos) gracias a la tecnología Skyactive de Mazda, el nuevo CX-3 es uno de los modelos con mejor comportamiento dinámico de su categoría y el tacto al volante tan agradable, elementos que juegan a su favor y que animamos a probar a quienes estén pensando comprar un coche de estas características.
 
Los cambios en el exterior son muy ligeros, se centran en la parrilla, los pilotos y las llantas de aleación de 18”, mientras que en el interior se ha sustituido la palanca del freno de mano por un sistema eléctrico que libera espacio en esa zona para colocar un reposabrazos central y también hay mejoras en el sistema de entretenimiento, con total conectividad para dispositivos que emplean sistema operativo iOS y Android.
 
Las novedades del actual Mazda CX-3 son más importantes en el apartado mecánico, con una renovación profunda de los tres motores disponibles en la gama, dos opciones en gasolina atmosféricas de 121 y 150 CV y un diesel 1.8 de 115 CV. Todos utilizan las avanzada tecnología Skyactive para reducir el consumo de combustible y se caracterizan por tener una alta cilindrada, una tendencia contraria a la del mercado, que apuesta por el ‘downsizing’ o reducción de la cilindrada.
 
El motor de acceso a la gama en gasolina es un interesante 2.0 Skyactive-G que entrega una potencia de 121 CV y un par de 207 Nm, un bloque de cuatro cilindros en línea atmosférico que se muestra suave de funcionamiento y con una respuesta bastante plana en la entrega de potencia, una misión en la que también cuenta el perfecto escalonamiento de las marchas en la caja de cambios manual de seis velocidades, con un tacto preciso y cortos recorridos.
 
Puede ser una opción interesante de compra para quienes estén asustados por las trabas a las que se enfrenta el diesel, siempre que el kilometraje anual no sea muy elevado, que entonces sigue compensando una mecánica de gasoil. El consumo es bastante ajustado siempre que realicemos una conducción suave, de modo que los 6,2 litros de media homologados por el fabricante no son un objetivo difícil de alcanzar. Durante nuestra prueba, con recorridos que mezclaban autovía con trayectos urbanos, la cifra obtenida es de 6,8 litros, bastante razonable para este tipo de combustible.
 
Por el enfoque más ciudadano de este vehículo, el sistema de tracción total 4WD está reservado únicamente para el motor diesel 1.8 Skyactive D con una potencia de 115 CV y el gasolina más potente, el 2.0 Skyactive-G de 150 CV. El cambio automático de 6 velocidades está disponible en la mayoría de motorizaciones, con un incremento de precio de 1.800 euros, situándose como una opción interesante, sobre todo para quienes se mueven habitualmente en recorridos urbanos.
 
La unidad de nuestra prueba llevaba el acabado Zenith, el más completo para el CX-3, y con el motor gasolina de 121 CV y cambio manual tiene un precio recomendado por el fabricante de 23.450 euros. En el equipamiento de serie se incluyen llantas de aleación de 18” Gun Metal, tapicería de tela y cuero sintético, acceso inteligente sin llave, Bluetooth, G-Vectoring Control, climatizador automático, Android Auto y Apple CarPlay, botón de arranque, control de velocidad de crucero, Head-up Display a color, navegador, 2 tomas USB, volante con mandos de audio, ordenador de viaje, radio digital DAB con 6 altavoces, faros delanteros y traseros LED y sensores de aparcamiento delantero y trasero.
 
Entre los opcionales que se pueden añadir al acabado Zenith está la pintura metalizada por 450 euros o 700 euros en el caso del Red Soul Crystal, tapicería de cuero blanco (1.500 euros en Pack White con asientos delanteros calefactados, Radio Digital DAB, sistema de sonido Bose con 7 altavoces, pantalla táctil de 7” a color, HMI Commander y Bluetooth), el Pack Safety con todas las medidas de seguridad disponibles (1.050 euros), embellecedor de bajos traseros (241 euros), umbrales de la puerta iluminados (229 euros), pedales de aluminio, organizador de maletero (105 euros), baúl de techo Touring M200 (366 euros) o portabicicletas para enganche de remolque (560 euros).
 
Ficha técnica
Mazda CX-3 Zenith 2.0 Skyactive-G 121 CV
Dimensiones
Longitud: 4.275 milímetros
Anchura: 1.765 milímetros
Altura: 1.535 milímetros
Batalla: 2.570 milímetros
Peso: 1.259 kg
Depósito combustible: 48 litros
Maletero: 350 / 1.260 litros
 
Motor
Tipo: gasolina, inyección directa
Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 1.998 cc
Potencia: 121 CV a 6.000 rpm
Par máximo: 207 Nm a 2.800 rpm
Tracción: delantera
Cambio: manual, 6 velocidades
 
Prestaciones
Velocidad máxima: 192 km/h
Aceleración: 9,0 segundos
Consumo medio: 6,2 l/100 km
Emisiones CO₂: 141 g/km
 
Precio: 23.450 euros