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Ford Edge 2.0 Bi-TDCi 210CV

Ford Edge 2.0 Bi-TDCi 210CV

02 de septiembre de 2017

Imponente, como buen SUV de origen americano, y fabricado al gusto europeo, el Ford Edge despliega muchas cualidades.

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Tres años de gran éxito de ventas en Norteamérica, donde es el modelo más vendido de su segmento, avalan el desembarco en Europa del gran SUV de Ford. Llega dispuesto a medirse con lo más florido de la competencia en nuestro continente a base de una potente oferta mecánica (solo con motores turbodiésel), un aluvión de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción y una abundante dotación de serie como la que presenta el acabado “Sport” de nuestra unidad de pruebas.
 
La estética del Edge es diferente del resto. Tiene muy poco en común con la familia de todocaminos de Ford, compuesta por el EcoSport y el Kuga. La carrocería de grandes dimensiones, con 4,8 metros de longitud, las enormes llantas de 20 pulgadas, el poderoso frontal, que dispone opcionalmente de faros con tecnología LED con función adaptativa (1.550 €) y el moderno diseño de la zaga, con diodos luminosos como protagonistas, le confieren una imagen llamativa.
 
La calidad de materiales y su cuidadoso diseño destacan en el lujoso habitáculo, con un volante, cuadro de mandos y salpicadero bien conjuntados, mientras que el conductor y ocupantes disfrutan de muy buena visibilidad hacia el exterior, dada su gran altura. Cuenta con el sistema multimedia “SYNC 2” con control por voz, navegador SD, pantalla táctil de 8,0 pulgadas, radio Sony con MP3 y puerto USB.
 
Siendo tan grande, y disponiendo de solo cinco plazas, no es extraño que sobre espacio en el habitáculo. Además, los pasajeros de los asientos traseros están muy bien cuidados, pues gozan de espacio para estirar las piernas y disfrutar de butacas individuales, que se pueden deslizar, reclinar, e incluso pueden disponer de de airbag en los cinturones (250 €). El gran maletero es de estilo americano, de formas muy aprovechables, y ofrece una capacidad de 602 litros o 1.847 con los respaldos traseros abatidos, lo que viene muy bien para almacenar todo tipo de bultos.
 
No faltan elementos de confort en el equipamiento de serie, como la regulación eléctrica de los asientos delanteros, la calefacción del volante y de los asientos, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, incluida una cámara de asistencia al aparcamiento, el acceso y arranque sin llave “Keyfree”, y la apertura eléctrica del portón, con función de manos libres. Se pueden añadir interesantes opciones, como el paquete “Luxury” (2.550 €), con tapicería de cuero, techo panorámico, asientos delanteros con ventilación, el sistema de control del ángulo muerto “BLIS” (350 €) o la cámara de visión delantera (350 €).
 
A diferencia de las versiones americanas, que cuentan con motores de gasolina, en Europa solo se comercializan dos propulsores turbodiésel de 2.0 litros, de 180 y 210 CV. Este último, el más potente de la gama, que es el que probamos aquí, está sobrado para mover al gran SUV americano con agilidad, incluso a plena carga.

Es un cuatro cilindros, de 2,0 litros, que da 210 CV a 3.750 rpm. Provisto de dos turbocompresores, está dotado de inyección directa por conducto común y homologa un consumo de 5,8 litros cada 100 kilómetros gracias a que cuenta con Auto-Start-Stop y carga regenerativa de la batería. Un importante dato es que ofrece un elevado par máximo de 450 Nm, disponible entre 2.000 y 2.250 vueltas.
 
Hay que destacar la presencia de la magnífica transmisión “PowerShift” de doble embrague, una caja automática de deis marchas que le viene como anillo al dedo. También, la tracción integral inteligente “AWD” que, sobre firmes adherentes, envía la fuerza a las ruedas delanteras, pasándola también a las traseras en cuanto detecta algún deslizamiento. El paso de un tipo de tracción a otro es automático y casi instantáneo, pues el sistema analiza 62 veces por segundo las condiciones de adherencia, evitando complicaciones al conductor. Una pantalla, en el centro del cuentarrevoluciones, informa constantemente al conductor del reparto de par entre ambos ejes.
 
En marcha, el Ford Edge es muy refinado. Utiliza la misma reputada plataforma del Mondeo y el S-Max, con suspensión totalmente independiente, realizada con materiales ligeros, y amortiguación muy bien equilibrada, que permite disfrutar de una conducción suave y precisa. Su elevado peso, de casi dos toneladas en vacío, le aboca a preferir los viajes sosegados, cuando es capaz de agasajar a los ocupantes con un gran silencio, gracias a un ingenioso sistema que, a través de los altavoces del equipo de sonido, atenúa el ruido mecánico.
 
Los caminos bacheados no son problema, pues los largos recorridos de suspensión absorben perfectamente las irregularidades sin que lleguen a afectar al confort de los pasajeros, aunque no debemos olvidar que es un coche pensado para circular con el aplomo y suavidad que inspiran sus 1.847 kilos de peso en vacío.
 
La bien estudiada suspensión consigue que el Edge se incline poco en las curvas, a pesar de su masa. Por cierto, que el gran tamaño de los montantes del parabrisas molestan mucho la visión en los giros a izquierdas. Menos mal que la Dirección Eléctrica Adaptativa, que adapta la desmultiplicación de la dirección en función de varios parámetros, le otorga un plus de agilidad a velocidades altas, necesitando menos movimientos de volante para trazar las curvas. Un consumo medio de 8,5 l/100 km, como el registrado por nosotros a lo largo de la prueba, dice mucho de la eficiencia de su potente motor de 210 CV.
 
Impresionante presencia, alta calidad, potente motor, tracción total y buen equipamiento suman muchas cualidades, aunque dibujan su principal inconveniente: un precio entre 39.225 y 53.725 €, según versiones. Para disfrutar del gran SUV americano, habrá que arañar algún descuento y… rascarse el bolsillo.   
 
J.Miguel Quintanawww.vidapremium.com
 
PRECIOS FORD EDGE
Edge Trend 2.0 TDCi 180CV: 39.225 €
Edge Titanium 2.0 TDCi 180CV: 42.225 €
Edge Sport 2.0 TDCi 180CV: 43.725 €
Edge Titanium 2.0 TDCi Bi-Turbo 210CV PowerShift: 46.225 €
Edge Sport 2.0 TDCi Bi-Turbo 210CV PowerShift: 47.725 €
Edge Vignale 2.0 TDCi Bi-Turbo 210CV PowerShift: 53.725 €

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