Citroën C4 PureTech 155

El sello ‘made in Spain’ está presente en la nueva generación del Citroën C4, que se produce en la planta madrileña del grupo Stellantis –fruto de la fusión de PSA y FCA-, a la venta desde finales de año en versiones de combustión y también una mecánica puramente eléctrica, desde 19.420 y 33.270 euros, respectivamente. El éxito de esta nueva generación del Citroën C4 viene avalado por las cifras, pues ha logrado situarse como líder del segmento C en particulares, y en segunda posición global en esta disputada categoría del mercado español.
 
Un diseño que rompe moldes, un comportamiento dinámico excelente y una avanzada tecnología han sido algunos de los ingredientes que han animado a los conductores a comprar este vehículo compacto de 4,36 metros de longitud con un aire SUV al tener la carrocería algo más elevada de lo habitual en las berlinas de este segmento. A esto hay que sumar una completa oferta mecánica que incluye eficientes motores de gasolina PureTech de 100 y 130 CV, dos diesel BlueHDi de 110 y 130 CV, más uno eléctrico puro con un motor de 136 CV y hasta 350 kilómetros de autonomía.
 
La novedad esta primavera es la incorporación de una mecánica gasolina 1.2 PureTech de 155 CV asociada a un cambio automático de ocho velocidades y con un único acabado Shine que incluye un completo equipamiento de confort, seguridad y tecnológico. Esta nueva motorización EB2ADTX ya se emplea en otros modelos del grupo desde hace tiempo, y ha demostrado una gran eficiencia tanto en el consumo de combustible como en las emisiones contaminantes, acumulando un total de 121 patentes.
 
Se trata de una buena elección para quienes ya no confían en un diesel a la hora de adquirir un vehículo nuevo y todavía no se atreven a dar el salto hacia la electrificación. Este motor 1.2 PureTech Turbo tiene una cilindrada de 1.199 cc y se suma a la tendencia downsizing (reducción de tamaño) para ofrecer un buen compromiso entre potencia y eficiencia. Tiene tres cilindros en línea y entrega una potencia de 100, 130 y ahora 155 CV gracias a un turbocompresor con control electrónico de la presión de sobrealimentación, alcanzando un régimen de giro de 240.000 rpm y obteniendo el par máximo de 240 Nm a tan solo 1.750 rpm.
 
Para lograr un mejor rendimiento y alcanzar los 155 CV, se han realizado una serie de modificaciones en el motor que incluyen un turbo de caudal mayor, aumento del diámetro de entrada de aire, inyectores específicos y bujías específicas. También se incorporan unos pistones de nuevo diseño con galería de refrigeración (similar a los diesel), modificaciones en los surtidores de aceite para refrigerar el pistón, cigüeñal con una nueva geometría, sombreretes de apoyo del cigüeñal, cojinetes superiores e inferiores de la biela y un software específico para la gestión del calculador de control del motor.
 
Con todos estos cambios se logra una potencia de 155 CV disponible entre 5.500 y 6.250 rpm –potencia específica de 129 CV/litro-, con un consumo muy razonable de 5,8 litros en ciclo de homologación WLTP y unas emisiones de CO₂ de 131 g/km.
 
Y hemos tenido ocasión de probar todos los avances que introduce esta nueva motorización en el Citroën C4 durante una toma de contacto con recorridos por los alrededores de Madrid y la zona de la sierra. Una vez arrancado el coche, apenas se perciben ruidos ni vibraciones, y hay que ser un experto para adivinar que la mecánica que se oculta bajo el capó delantero es de tres cilindros, porque incorpora una serie de avances tecnológicos como un árbol contrarrotante que equilibran el movimiento del motor. Suave y progresivo, responde con rapidez a la solicitud de potencia desde el pedal del acelerador, y sube de vueltas con facilidad para alcanzar el régimen deseado ayudado por una caja de cambios automática de 8 velocidades que trabaja a un ritmo rápido y sin saltos, pudiendo manejarse también desde las levas situadas detrás del volante por si el conductor desea tener el control en zona de curvas.
 
Mediante un botón se pueden seleccionar los modos de conducción –ECO, Normal y Sport- que adaptan la respuesta del motor y el cambio en cuestión de segundos. Si decidimos hacer una conducción económica, el modo ECO es el indicado, pues se encarga de que no aceleremos en exceso y buscar la máxima eficiencia, limitando la potencia para que el consumo sea mínimo. En el modo Sport entrega todo el potencial para favorecer una conducción más divertida y enérgica, con el consiguiente incremento en el consumo de combustible. En el recorrido de la prueba el consumo medio ha sido de 6,3 litros a un ritmo rápido.
 
Esta versión únicamente se comercializa en acabado Shine, el más completo de la gama, con un precio recomendado de 35.520 euros –con los descuentos promocionales se queda en 27.270 euros-, que ya viene con un completo equipamiento en el que se incluyen los amortiguadores progresivos hidráulicos que filtran las irregularidades de la carretera, asientos Advanced Comfort, interior Metropolitan Grey, climatizador bizona, acceso y arranque manos libres, sistema de vigilancia de ángulo muerto, llantas de aleación de 18” Aeroblade Diamantada, Pack Drive Assist y Citroën Connect Box con llamada de emergencia y asistencia en caso de accidente.
 
Ficha técnica
Citroën C4 PureTech S&S 155 EAT8 Shine
Dimensiones
Longitud: 4.360 milímetros
Anchura: 1.800 milímetros
Altura: 1.525 milímetros
Batalla: 2.670 milímetros
Peso: 1.374 kg
Depósito combustible: 50 litros
Maletero: 380 litros
 
Motor
Tipo: gasolina, delantero transversal
Cilindros: 3 en línea
Cilindrada: 1.199 cc
Potencia: 155 CV a 5500 rpm
Par máximo: 240 Nm a 1750 rpm
Tracción: delantera
Cambio: automático 8 vel.
 
Prestaciones
Velocidad máxima: 208 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 8,5 s
Consumo medio WLTP: 5,8 l/100 km
Emisiones CO₂: 131 g/km
 
Precio: 27.270 euros (Shine con descuentos)
 
José A. Prados – www.vidapremium.com