Barceló Nura Menorca

En el sur de la isla de Menorca, en el municipio de Sant Lluis, la cadena Barceló Hotel Group ha abierto un nuevo hotel de lujo cuyo nombre hace referencia a la influencia de los fenicios en la cultura de la zona –una palabra derivada de ‘nur’, que significa fuego- y que ha sido diseñado bajo la premisa de respeto por el entorno.
 
El hotel Barceló Nura ha supuesto una inversión de más de 20 millones de euros, un establecimiento de nueva construcción que cuenta con 128 habitaciones, de las cuales 45 de ellas tienen acceso directo a piscinas semiprivadas al aire libre. El conjunto arquitectónico está formado por un amplio solárium, tres piscinas y dos restaurantes para disfrutar de la gastronomía menorquina, donde todos los platos inspiran tradición y respeto por la tierra.
 
El estudio de arquitectura menorquín FG Arquitectes se ha encargado del diseño, imprimiendo un sello local con el objetivo de integrar las diferentes construcciones en el entorno de una isla que en 1993 fue declarada Reserva de la Biosfera, contando con algunos de los hábitats mejor conservados del Mediterráneo, por lo que el hotel ha sido concebido por y para la isla.
 
La elección de los materiales tiene mucho que ver con esta filosofía que respeta la edificación tradicional de la isla a base de piedra natural que replica los vallados tradicionales menorquines o la madera sobre estructuras ligeras para la creación de las zonas de sombra. Además, en el proyecto de paisajismo se han tenido en cuenta las especies autóctonas, que además de integrarse y respetar la biodiversidad de la isla, sirven para dar un tono de color.
 
En términos de sostenibilidad, el hotel Barceló Nura respeta el entorno con medidas como la utilización de agua regenerada, iluminación de bajo consumo, producción de agua caliente mediante energía solar o sistemas de control en las instalaciones de climatización que limitan el funcionamiento al tiempo necesario.
 
La artesanía protagoniza las zonas interiores con un concepto minimalista relajado y una esencia que invita a la pausa más hedonista con elementos producidos en la isla por artesanos locales, lo que ha permitido mantener en equilibrio el proyecto arquitectónico, al tiempo que supone un ahorro energético en el traslado de las piezas al hotel. Más información en www.barcelo.com