El primer BMW M eléctrico

La electrificación es un hecho real en la automoción y la oferta comienza a ser cada vez más interesante en todos los segmentos. Y una conducción sin emisiones contaminantes no tiene por qué ser aburrida, por lo que BMW acaba de anunciar su primer modelo M completamente electrificado, con un aspecto elegante y agresivo y toda la experiencia de la división BMW M GmbH.
 
El BMW i4 M50 está equipado con dos motores eléctricos en el eje delantero y trasero que suman una potencia máxima combinada de 544 CV (400 kW) y una tecnología de chasis específica M para lograr unas prestaciones a la altura del apellido M que lleva en su denominación, y una autonomía de hasta 510 CV en el ciclo WLTP gracias a un consumo medio de entre 19 y 24 kWh/100 km.
 
La puesta a punto se ha realizado entre los equipos de BMW Group y BMW M GmbH, aprovechando la experiencia de varias décadas para desarrollar componentes individuales y con un intenso programa de pruebas que ha pasado por Miramás en el sur de Francia y Arejeplog, en el norte de Suecia.
 
Diseñada específicamente para este modelo, la batería de alto voltaje consta de cuatro módulos con 72 celdas cada uno y tres módulos de 12 celdas, almacenando 80,7 kWh netos (83,9 kWh brutos) que proporcionan una autonomía de hasta 510 km. Admite carga de hasta 200 kW, de modo que en una red de carga rápida basta con 10 minutos para aumentar la autonomía en 140 kilómetros.
 
El BMW i4 M50 cuenta con un tren de rodaje M hecho a medida, con muelles y amortiguadores configurados individualmente, barras estabilizadoras especialmente diseñadas y un refuerzo adicional en las torretas de la parte delantera, junto con una dirección deportiva variable, frenos M Sport y llantas de aleación ligera M de hasta 20 pulgadas de diámetro con neumáticos de diferentes dimensiones. Por su parte, el sistema de tracción total completamente eléctrico, que debuta en un modelo del Grupo BMW, le ayuda a alcanzar niveles extraordinarios de tracción, estabilidad direccional y agilidad.
 
El sistema de tracción total eléctrica del BMW i4 M50 desempeña un papel especialmente efectivo en las aceleraciones, ya que la presencia de un motor eléctrico tanto en el eje delantero como en el trasero permite transmitir la potencia a la carretera sin pérdidas de tracción y de acuerdo con los deseos del conductor, sean cuales sean las condiciones de la carretera y del clima. Normalmente, la potencia se transmite únicamente a las ruedas traseras para aumentar su eficiencia y autonomía. En caso de detectar una mayor aceleración lateral o en respuesta al deslizamiento de las ruedas, el motor que actúa sobre las ruedas delanteras transfiere la dosis justa de potencia para optimizar la dinámica de conducción y la estabilidad direccional.
 
En el proceso, el control del par de ambos motores reacciona con mucha más rapidez y precisión de lo que sería capaz una caja de transferencia colocada entre ambos ejes. Este preciso método de control permite incluso aprovechar al máximo el potencial de los diferentes neumáticos. En situaciones muy exigentes, tampoco se producen las pérdidas de eficiencia que provocaría el aumento de temperatura de una conexión mecánica. El uso de un motor en cada eje para controlar la potencia también es la base perfecta para generar un nivel de recuperación muy alto.