Arte para alimentar familias

En medio del confinamiento, varios artistas se reunieron en una iniciativa solidaria y 100% altruista Covidarte para ayudar a paliar los efectos que el coronavirus estaba provocando en Comunidad de Madrid. El nombre representa la fusión de las palabras ‘covid-19’, ‘dar’, ‘vida’ y ‘arte’, en una clara alusión al arte como vía de escape de una situación dramática, y también a la forma de dar vida o esperanza a las personas más vulnerables.
 
Cada uno de los artistas donó uno de sus trabajos con el fin de que su adquisición se realizara mediante una donación. En medio del colapso sanitario, el destino inicial fue la sanidad de la Comunidad de Madrid. Ahora, una vez descongestionada la situación, pero conscientes de que el problema es mucho mayor del aparente, Covidarte destinará la recaudación íntegra al proyecto ‘Cruz Roja Responde’  de Cruz Roja Madrid, un plan concreto de actuación y respuesta integral lanzado en marzo para responder a la situación generada por la pandemia.
 
Acceso a alimentos y bienes básicos
Cruz Roja Responde atiende las “necesidades emergentes, ampliando y adaptando la actividad ordinaria de la organización para hacer llegar más respuestas a más personas, de la manera más ágil y eficaz posible en estas circunstancias”, resume la organización. En este caso, la recaudación íntegra de las obras donadas en Covidarte se destinará a su proyecto de ayuda alimentaria, materializada en la entrega de cestas de alimentación y productos de higiene que se han hecho llegar a familias que quedaban fuera de otras ayudas y tenían sin cubrir estas necesidades. También a través de ‘tarjetas monedero’, con las que las familias acuden a distintos establecimientos en los que pueden adquirir su compra en función de sus necesidades, y adquirir producto fresco, tan importante para una dieta sana y equilibrada.
 
Según los datos facilitados por esta organización, en los meses de abril y mayo se han entregado cerca de 60.000 tarjetas monedero (ayudas económicas) destinadas a cubrir las necesidades de alimentación de población más vulnerable y se han entregado más de 360.000 lotes de alimentos y productos de higiene.
 
Y una parte importante de estas intervenciones han sido posibles por la donación de muchas empresas que de forma solidaria han contribuido a ayudar a paliar las necesidades alimentarias, y a la colaboración y coordinación con Instituciones y Administraciones con las que se han establecido convenios de colaboración con este fin, como lo ha hecho ahora Covidarte.
 
Arte solidario
Todas las obras donadas están expuestas en el perfil de Instagram @covidarte2020 y se podrá sumar cualquier otro artista que lo desee. En este momento son ya 8 los artistas participantes. Cada obra tiene un precio único de 300€, un coste por debajo de su cotización pero que cumple dos objetivos simultáneos: resultar de utilidad para ayudar a personas vulnerables y ser la puerta de entrada también para aquellos que desean adquirir su primera obra de arte. El pago para su adquisición se realiza mediante una donación a la cuenta de Cruz Roja Responde, previo contacto con Covidarte para concretar las condiciones. Tras el ingreso, la organización emitirá un certificado de donación económica al comprador.
 
Relación de obras y autores
Colorida Soledad (Maya Kaloyanova, 2020). Esta búlgara residente en Madrid ha creado este cuadro con acrílico, acuarela, rotulador y lápiz. Representa la oposición a la actual situación que vivimos, donde las noticias y el estado de ánimo general batallan contra la alegría, los colores y las formas, en una victoria de las últimas frente al desánimo y la visión gris actual. El tamaño del cuadro es de 80x60 cm.
 
Trabajadoras en Srah Srang (Lara Arguedas. Camboya, septiembre 2019). Esta fotógrafa capturó la imagen en Angkor Wat. Según sus palabras, “esta fotografía me evoca paz, a la vez que muestra un trabajo duro, bajo el sol camboyano. De este viaje, me llevé esa sensación de que la gente, con muy poco es feliz, que su sonrisa vale millones. Y que, a pesar de las adversidades y la pobreza, su población transmite paz, alegría y amor. Creo que nosotros en este momento, necesitamos de esos sentimientos, que nos hagan fuertes, para superar esta situación tan intensa que estamos viviendo”.
 
Óxido y madera (Inda Fernández, 2019) Inda es tornero de profesión, algo que le aportó mucha experiencia en la manipulación de materiales, sobre todo ferríticos, y en sus primeros años se dedicó a la fusión y tratamiento químico de materiales. Después se dedicó a la madera y se formó como pintor lacador, lo que le ayudó en el acabado de muchos de sus trabajos. Su idea de trabajo se basa en reutilización de materiales con alma, ser consecuentes con la gestión de residuos y fomentar un sistema de producción circular. Es su forma de dar una segunda vida a los materiales. En este caso, dona un baúl creado a partir de la parte frontal de un baúl de madera con recubrimiento metálico de los años 60 reconvertido en un precioso sombrerero en tonos oxido y oro envejecido. Cuenta además con 4 colgadores para la ropa, una puerta con espejo que descubre un vacía bolsillos y llavero.
 
Fotografía de Chris Robinson (2018). Esta imagen forma parte de la serie Duality. Es la dualidad de Alba, una mujer vestida para la noche y que capta el movimiento de la imagen. La intención es representar los diferentes sentimientos, emociones y personajes que se interpretan al caer el sol. ¿Niña dulce o traviesa? ¿Chica fiestera o tranquila? ¿Todas ellas? Esta imagen retrata la confusión y las emociones que conlleva la noche.
 
Imaginary Cage (Arturo García de las Heras, 2017). Es un print de serie limitada (edición 10), numerada y firmada, sobre papel de alto gramaje (308gr) tamaño DIN A1 (84x59 cm). Es parte de su serie "Owls", inspirada en una serie de fotografías que tomó recientemente en Kuala Lumpur (Malasia), en un santuario de aves. Aunque no es supersticioso, los búhos han sido siempre signo de buena suerte y sabiduría; “dos características que necesitamos ahora más que nunca dado el reto extremo de las circunstancias actuales”.
 
Mujer luchadora (Yasmina Martínez Rivero, 2020). Todas las obras de esta artista emergente se crearon durante el confinamiento y empleando materiales reciclados, como madera, cobre lienzos reciclados o pinturas guardadas en un cajón, casi olvidado. Esta obra es un lienzo de 90x72 pintado con acrílicos; la primera después de muchos años sin pintar. Simboliza a todas las mujeres y representa su inteligencia, trabajo, independencia y fuerza. Es una obra de mucho carácter y vibración.
 
Sin título (Marta Romero de Cuenca, 2019). Comenzó pintando agua, sus reflejos y sus cambios a partir de un viaje que realizó hace años a Venecia, cuando quedó fascinada por los reflejos de los canales. Este cuadro es un reflejo del canal central histórico de Bélgica del que disfrutó en un barco en un mes de mayo donde se gozaba de mucha luz. Está elaborado con técnica mixta, enmarcado con listón y tiene unas medidas de 90x65 cm.
 
La Jefa (Alberto Pereira, 2019). Este artista afincado en Vigo comenzó a despuntar con 14 años ganando varios concursos de cómic y terminó dedicándose al arte a través de la pintura, plasmando en sus obras una gran dosis de realismo. Para el proyecto Covidarte, dona este cuadro de acrílico sobre lienzo que representa a las mujeres luchadoras. Tiene unas medidas de 100x80cm.