El Fiat 500 se electrifica

Adaptándose a los tiempo de una movilidad más responsable con el medio ambiente, el Fiat 500, un icono de la automoción en Italia, se renueva por completo y cuenta con una versión totalmente eléctrica que ofrece una autonomía de hasta 320 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP, convirtiéndose en un vehículo apto para los desplazamientos urbanos y mucho más allá.
 
En realidad, no se trata del primer coche completamente eléctrico de Fiat, ya hubo un Cinquecento eléctrico a finales del siglo XX, que no tuvo gran aceptación por la reducida capacidad de sus baterías. El Fiat 500 es un coche completamente nuevo, que estrena plataforma apta para alojar el sistema de tracción eléctrico alimentado por una batería de una capacidad notable (42 kWh), aprovechando para dar un poco más de espacio a los ocupantes de las plazas traseras mediante un ligero incremento de la distancia entre ejes (20 milímetros), aumentando su longitud hasta los 3,57 metros (6 centímetros más), la anchura 6 centímetros adicionales y reduciendo 1 centímetro la altura (1,49 metros). La capacidad del maletero se mantiene, con 180 litros, a pesar de montar las baterías, pero no afecta porque van en la parte inferior.
 
Desde su lanzamiento en 2007, el Fiat 500 ha ido renovándose ligeramente, pero en esta ocasión se trata de una generación completamente nueva que apuesta por la eficiencia y el respeto al medio ambiente, además de la conectividad y la seguridad, porque está dotado de los más avanzados sistemas de asistencia al conductor, y está preparado para un nivel 2 de conducción autónoma.
 
La clave de esta versión del 500 electrificada está en la batería de iones de litio de 42 kWh de capacidad, que permite recorrer hasta 320 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP, el más cercano a las circunstancias de la conducción real, sobre todo en un entorno urbano. Viene equipado con un sistema de carga rápida que permite recuperar el 80% de la capacidad de la batería en tan solo 35 minutos mediante una toma de 85 kW, invirtiendo unas 14 horas en una recarga completa en la toma doméstica de 220 voltios.
 
Las baterías alimentan a un motor eléctrico de 118 CV, que es capaz de acelerar de 0 a 50 Km/h en 3,1 segundos y de 0 a 100 km/h en 9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 150 kilómetros por hora, limitada para que la autonomía no se resienta. Hay tres modos de conducción que se pueden seleccionar mediante un botón en el salpicadero: Normal, Range y Sherpa.
 
El interior se ha remodelado por completo, destacando en el centro del salpicadero la pantalla multimedia de 10,2 pulgadas y un sistema de entretenimiento que posibilita la conexión de dispositivos móviles mediante Apple CarPlay o Android Auto, conexión a internet y una aplicación desde la que se pueden realizar acciones como la apertura y cierre de puertas del coche, además de conocer el estado de la batería y el proceso de carga de la misma. El cuadro de mandos tradicional se sustituye por una pantalla de 7 pulgadas a color en la que aparecen los datos de autonomía y el resto de la información que necesita el conductor, pudiendo configurarla a su gusto.
 
En la edición de lanzamiento ‘la Prima’, que ya se puede reservar por 37.900 euros en tres colores (Mineral Grey, Ocean Grey y Celestial Blue) previo depósito de 500 euros, se incluye un cargador Wallbox (sin instalación). En su equipamiento de serie se incluyen las llantas de aleación de 17”, faros con iluminación LED, cámaras de visión 360 y sistemas de seguridad como la frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones, sistema de mantenimiento de carril, control de velocidad de crucero activo y detector de ángulo muerto.
 
José A. Prados – www.vidapremium.com