Gama ECO de Infiniti

A principios de 2019 llegará al mercado europeo en Infiniti QX50, un moderno SUV que aporta como novedad principal un motor VC Turbo de compresión variable que anuncia un excelente balance medioambiental para tratarse de una mecánica de gasolina sin ningún tipo de ayuda eléctrica que seguro tendrá unos niveles de emisiones muy reducidos, “con la eficiencia de un diesel o un híbrido”, según los responsables de Infiniti España, aunque se introducirá primero en Estados Unidos y más tarde en otros mercados. Es una parte del planteamiento ecológico de la firma japonesa Infiniti, una respuesta a las necesidades de la sociedad moderna, concienciada en la lucha por detener el cambio climático.
 
En una presentación a la prensa especializada de motor, los responsables de Infiniti España nos contaron las líneas generales de su política de movilidad sostenible, donde parece que el diesel ya no tiene ningún protagonismo, cediendo ese espacio a eficientes motores de gasolina en un primer momento, para posteriormente comenzar la electrificación de la gama, que ya se ha iniciado con el Q50 Hybrid, una berlina de cuatro puertas con una longitud de 4,81 metros que combina un motor de gasolina y otro eléctrico para alcanzar una potencia final de 364 CV con un consumo medio de 6,2 litros. Y la electrificación tendrá su punto de inflexión en 2021 con la llegada del primer modelo de la gama de propulsión completamente eléctrica.
 
La apuesta por los motores de gasolina es definitiva en la actual gama, donde se puede escoger entre una oferta mecánica de inyección directa, 1.6 litros y cuatro cilindros con potencias de 122 y 156 CV y un 2.0 de 211 CV que se montan en el Q30, QX30 y Q60 combinados con cajas de cambios automáticas de 7 velocidades y sistema de tracción total inteligente en algunos modelos, capaz de enviar hasta un 50% de par al eje trasero cuando circulamos por terreno con baja adherencia. Y si hablamos de deportividad, habrá que citar el motor V6 de 3.5 litros con 405 CV de potencia que se monta en el Infiniti Q60 acompañado de un sistema de suspensión electrónica (Dynamic Digital Suspension) que se encarga de aportar una mejor respuesta y mayor confort al volante.
 
De todos estos motores, el más interesante por la eficiencia que logra es el Q50 Hybrid, al combinar un motor de gasolina V6 de aluminio con una potencia de 306 CV y un motor eléctrico de 64 CV, sumando un máximo de 364 CV. Al contar con unas baterías de iones de litio de 1,4 kWh de capacidad, utiliza la energía procedente de las frenadas y deceleraciones para realizar la carga de las mismas, y recurre a ellas para circular a baja velocidad en ciudad o al iniciar la marcha en un semáforo de forma silenciosa, pasando al modo térmico cuando superamos los 50 km/h. El consumo medio homologado por el fabricante es de 6,2 litros, una cifra que no está muy lejos de la realidad si somos cuidadosos con el tacto del acelerador, pero que tampoco se dispara si decidimos practicar una conducción deportiva –en un recorrido por la sierra madrileña a un ritmo alegre marcamos 7,9 litros de media-.
 
También hubo tiempo para hablar de conducción automática, una materia en la que todas las marcas trabajan a ritmo intenso y que no es ajena a Infiniti, que ya ofrece el sistema Pro Pilot 1 en algunos de sus modelos, un sistema de control de crucero adaptativo capaz de frenar y acelerar en autopistas para mantenerse a la distancia de seguridad respecto al coche que nos precede. El siguiente paso será Pro Pilot 2, capaz de realizar adelantamientos en autopistas y pasar por los peajes a la velocidad recomendada. Para el año 2023 ya estará experimentada la delegación de funciones en el coche en determinados trayectos y en 2030 asistiremos a la conducción rototizada, sin que el factor humano llegue a estar presente.