El donostiarra Ibon Mitxelena con su Fat Boy

Recorre 222.222 km sin averías

14 de julio de 2017

A los mandos de su Harley-Davidson Fat Bob, el donostiarra Ibon Mitxelena no ha tenido ningún contratiempo mecánico.

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El donostiarra Ibon Mitxelena, de 55 años y natural de San Sebastián, ha recorrido concretamente 222.222 kilómetros con su Harley-Davidson Fat Bob. Y, lo curioso de esto no es esta cifra tan redonda, sino que esta Fat Bob con todos estos kilómetros a sus espaldas, no ha sufrido ninguna avería. ¡Increíble pero cierto! Mitxelena sólo ha tenido que pasar las revisiones y los cambios de aceite pertinentes que exige el cuidado de la moto para su buen funcionamiento. “Aunque yo cuido muchísimo a mi Fat Bob, debo agradecer también la labor de Igor Garate, mecánico de Cheyenne Radikal Bikes, quien ha sabido anticiparse y recomendarme los cambios de piezas que debía hacer para evitar posibles complicaciones”.
 
Cliente desde hace nueve años de Cheyenne Radikal Bikes, concesionario oficial Harley-Davidson ubicado en Villabona (Gipuzkoa), Ibon Mitxelena afirma haber realizado el 90% de estos kilómetros recorriendo los puertos de los Pirineos, desde Gipuzkoa hasta Catalunya, pasando tanto por el lado español como el francés. También ha realizado la vuelta a la Península Ibérica por la costa, ha recorrido la cordillera cantábrica y los Picos de Europa, así como la zona del bajo Aragón, Teruel y Castellón.
 
Este aventurero sobre dos ruedas afirma que su moto tiene prohibido ir por autopista. “Siempre voy por carreteras secundarias. Me gustan los puertos con curvas, disfrutar del paisaje mientras los recorro y en definitiva de la experiencia en si misma de viajar en una Harley”. Mitxelena también participa en rutas moteras en grupo y se muestra orgulloso cuando afirma que: “soy el único de la cuadrilla que va en una Harley y en todas las salidas siempre voy yo el primero, el resto me siguen”.
 
Aunque reconoce que no ha sido amante de toda la vida de las Harley-Davidson, sino que previamente a quedarse con la Fat Bob estuvo tanteando un par de modelos de otras marcas. “Tan pronto me subí a esta Harley-Davidson quedé prendado de ella. Lo que más me gusta es que tiene una potencia de aceleración más suave que otros modelos que he probado, lo que ofrece una conducción más relajada, que es lo que yo quiero”, destaca Ibon.

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