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Suzuki Swace

18 de diciembre de 2020

En carrocería familiar y una longitud de 4,65 metros, monta una mecánica híbrida de 122 CV que gasta muy poco, con etiqueta ECO.

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El compromiso de Suzuki de contar con una gama completamente electrificada a final de 2020 se ha cumplido. A lo largo de este año hemos visto como la tecnología Mild-Hybrid de 12 o 48 voltios llegaba a modelos como el Ignis, Swift, S-Cross o Vitara, y hace tan solo dos meses mostrábamos a nuestros lectores el primer modelo de la gama con tecnología híbrida enchufable (PHEV), el Suzuki Across, un vehículo nacido de la alianza con Toyota. Ahora le toca el turno al primer modelo híbrido, el Suzuki Swace, que también forma parte de esta alianza, y deriva directamente del Toyota Corolla Touring Sports.
 
Con una longitud de 4,65 metros, ambos modelos comparten medidas y la mecánica híbrida desarrollada por Toyota, lo que supone una garantía en cuanto a calidad de funcionamiento y fiabilidad, probada durante muchos años en varios modelos de su gama, y en constante evolución para ser cada vez más eficaz en la gestión de la energía.
 
Para el Suzuki Swace se ha optado por la mecánica híbrida 1.8 con una potencia total de 122 CV (90 kW), compuesta por un motor de gasolina de cuatro cilindros que entrega una potencia de 98 CV (72 kW) y un par de 142 Nm, más un motor eléctrico situado en el eje delantero de 72 CV (53 kW) y 163 Nm de par. Bajo el suelo del maletero lleva unas baterías de iones de litio de 3,6 amperios que se van recargando durante la marcha mediante un generador, y que se emplea para mover el vehículo durante una corta distancia, y como apoyo para sumar potencia en fases de alta demanda.
 
La transmisión del par a las ruedas delanteras se realiza mediante una caja de cambios automática de engranaje epicicloidal, de funcionamiento correcto y silencioso, salvo cuando exigimos la máxima potencia, con un sonido que parece que está ‘patinando’, algo que no se percibe en una conducción normal y eficiente, que es su orientación. Para potenciar la recarga de las baterías se puede seleccionar la posición del cambio ‘B’, que incrementa la frenada, convirtiéndola en energía eléctrica que va a las baterías.
 
En el salpicadero, junto a la palanca del cambio, está el botón ‘Drive Mode’, que permite elegir entre tres modos de conducción: Normal, ECO, que prioriza la eficiencia y limita los acelerones fuertes, así como la climatización, y Sport, que optimiza la mecánica para sacar el máximo rendimiento. No está pensado para hacer una conducción deportiva, sobre todo porque sus prestaciones están bastante limitadas -180 km/h de velocidad punta y paso de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos-, pero si en ciertas ocasiones queremos algo más de diversión, ahí está la posibilidad. Además, está el botón ‘EV Mode’ para que el coche se desplace en modo completamente eléctrico, una pequeña distancia que varía en función del estado de la batería en ese momento.
 
En una conducción normal, el consumo de combustible es realmente bajo, y alcanzar los 4,5 litros de media homologados por el fabricante en ciclo WLTP no es una misión imposible en terreno favorable o en ciudad. De hecho, durante la toma de contacto, en un recorrido que tenía algunos tramos de autovía y carreteras nacionales con varias subidas y bastantes curvas, el consumo medio ha sido de 5,2 litros. Al arrancar el coche, con el depósito lleno, la autonomía que marcaba el ordenador de viaje era superior a 1.000 kilómetros, una cifra que en realidad se puede traducir en unos 700-800 kilómetros, como ya hemos comprobado en el modelo homólogo de Toyota.
 
El diseño exterior apenas sufre variaciones, salvo en el frontal, que luce el logo de Suzuki, y bajo él algunos cambios en el paragolpes, que incorpora luces LED muy estrechas y una parrilla hexagonal con una generosa entrada de aire. Lo mismo sucede en la trasera, que lleva la ‘S’ en un lugar destacado del enorme portón que da acceso a un maletero de dimensiones generosas, con una capacidad de 596 litros hasta la bandeja y posibilidad de ampliar el espacio abatiendo los asientos mediante unos tiradores que hay en el lateral, de forma parcial o total, alcanzando los 1.232 litros con el suelo completamente plano para poder transportar objetos de hasta 1,86 metros y con el suelo reversible en acabado resina por si hay objetos sucios o mojados.
 
El interior es el mismo que el Corolla, variando únicamente el logo en el centro del volante multifunción. Tras el encontramos un display de 7” a color con toda la información del sistema híbrido, rendimiento, consumos y el modo de conducción seleccionado, contando también con una pantalla de 8” en el centro del salpicadero para el sistema de entretenimiento, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, lo que permite utilizar algunas funciones del teléfono inteligente en la pantalla. Los materiales son de calidad, tiene buenos ajustes y un diseño correcto, destacando la buena insonorización que hace los desplazamientos más confortables.
 
La gama consta únicamente de dos acabados GLE y GLX, con un buen equipamiento de serie en cuestión de confort y de seguridad con el paquete Safety Sense que incluye todo tipo de asistentes, sistema precolisión y llamada de emergencia. A igualdad de equipamiento, los precios del Swace son similares a los del Toyota Corolla Turing Sports 125H, y frente a otros rivales de carrocería familiar, es más barato que un SEAT León y algo más caro que un Kia Ceed Tourer o un Ford Focus, con la diferencia de que estos no son híbridos.
 
Los precios de venta recomendados, sin incluir descuentos comerciales (4.450 euros) y por financiación, son los siguientes:
Swace 1.8 GLE: 27.995 euros (23.545€ con promociones)
Swace 1.8 GLX: 29.800 euros (25.350 € con promociones)
 
En el caso de adquirir el Swace a través de la financiera de Suzuki Ibérica, hay un descuento adicional de 1.400 euros, quedando el precio muy atractivo. Recordemos que este modelo tiene la etiqueta medioambiental ECO de la DGT, por lo que no paga impuesto de matriculación, tiene bonificado el aparcamiento en zonas reguladas (hasta el 50%), puede circular en episodios de restricciones por alta contaminación y en algunas ciudades está permitida su circulación en el carril BUS-VAO. Tiene cinco años de garantía y el único elemento opcional que se puede añadir es la pintura metalizada, (578,51 o 826,44 euros, dependiendo de la tonalidad), aunque el color blanco es de serie.
 
José A. Prados (Madrid) – www.vidapremium.com

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