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Vista invernal del hotel Selba d’Ansils
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En primavera, todo es colorido en Selba d’Ansils
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Jardín del hotel Selba d’Ansils
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Hotel Selba d’Ansils en otoño
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Cama king size en habitación junior suite
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Jacuzzi de una junior suite
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Terraza de una junior suite
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Habitación doble estándar
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Habitación doble estándar
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Cama dúplex
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La biblioteca es un lugar acogedor
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Recepción y escaleras de acceso a habitaciones
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Tumbonas en la terraza
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Vista aérea del hotel Selba d’Ansils

Selba d´Ansils

11 de febrero de 2019

Un pequeño hotel con tan solo 13 habitaciones muy cerca de Benasque para disfrutar de la naturaleza y la gastronomía aragonesa.

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En uno de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés, el valle de Benasque, descubrimos un pequeño hotel con mucho encanto, alejado del mundanal ruido, y con unas instalaciones dignas de una estrella más que las tres que luce en la entrada. El hotel Selba d’Ansils está un poco aislado, algo que puede significar una gran ventaja para quienes buscan en sus viajes algo de tranquilidad, aunque la distancia hasta el pueblo más cercano, Anciles, no supera los 500 metros, y a un paseo de 20 minutos está Benasque.
 
Al hotel se accede por un camino perfectamente asfaltado que sale desde una rotonda de Benasque, y se encuentra en una finca de más de 10.000 m2 rodeada de prados y bosques, con espectaculares paisajes nevados en la época invernal y un estallido de color a partir de la primavera. Es un edificio de nueva construcción con tan solo doce años de antigüedad, en una edificación que recuerda la arquitectura tradicional de la zona, empleando materiales como pizarra, piedra y madera, todo rematado con buen gusto y pensando en la comodidad de quienes allí se alojan. Rafael y Piedad, sus propietarios, se encargan de mostrarnos con detalle las instalaciones y siempre están atentos para cualquier sugerencia o recomendación, amables y discretos.
 
El viajero podrá elegir entre una de las trece habitaciones, que han sido decoradas con un toque personal en diferentes estilos –romántico para escapadas en pareja o familiares para estancias con niños-, distribuidas en cinco dobles estándar, una doble especial con jacuzzi, 4 habitaciones dúplex y tres junior suites de nueva construcción, que se sitúan en la parte inferior del jardín, a las que se accede por un elevador, y reservadas únicamente para adultos, que tienen jardín privado, chimenea y jacuzzi, además de camas tamaño ‘king size’ y un amplio salón, muy recomendable si está al alcance del presupuesto.
 
Despertarse en este entorno y acudir a desayunar al precioso comedor es una buena forma de empezar el día. No hay buffet, ni falta que hace, porque Piedad se encarga de poner sobre la mesa zumo de naranja natural, café, fruta fresca recién cortada, un buen surtido de bollería, tostadas y hasta prepara unos huevos si el cliente lo desea. El hotel tiene un servicio de restaurante durante la cena sólo para los clientes alojados, con un menú cerrado a un precio interesante y comida casera, una posibilidad si el día ha sido largo y no apetece salir.
 
Cuando hace buen tiempo, el jardín del hotel Selba d’Ansils es un lugar perfecto para relajarse y tomar el sol, con un amplio espacio en el que hay hasta un pequeño estanque con tumbonas. También cuenta con un salón con chimenea para lectura. Las habitaciones tienen Wi-Fi, televisor con toma USB, baño completo y hasta secabotas.
 
Y una vez que hemos cargado el cuerpo de energía, toca descubrir el entorno, con un paseo hasta Anciles, que es uno de los pueblos mejor conservados con numerosas casas señoriales, o acercarse hasta Benasque (1,5 kilómetros), donde sus calles peatonales del centro histórico tienen un gran encanto en cualquier época del año, repletas de tiendas con productos artesanos, tiendas de artículos de esquí y montaña, así como un buen surtido de restaurantes y bares. Merece la pena recorrer la zona y descubrir los encantos de localidades como Castejón de Sos, Ramastué, Sahún o Eriste, con gente muy acogedora y dispuesta a indicarnos lo imprescindible para visitar.
 
Los aficionados al esquí tienen la estación de Cerler a muy pocos minutos, una de las más atractivas de España por sus pistas, que en muchos casos discurren por bosques nevados, con itinerarios para todos los niveles y una buena oferta gastronómica. En cualquier época del año se puede practicar senderismo por las numerosas rutas aptas para todos los públicos y también hay una gran oferta de deportes de aventura como descenso de ríos en piragua, rafting, paseos a caballo, golf, tenis o paseos en bicicleta. Y para los aficionados a la escalada, se encuentran en una de las mejores zonas del Pirineo, con el Parque Natural de Madaleta a muy poca distancia y el Aneto (3.404 metros), que es el pico más alto de los Pirineos y el tercero de España. Más información y reservas en www.hotelselbadansils.com

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