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Visitas imprescindibles en Lisboa
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Monasterio de los Jerónimos
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Pasteles de Belem, una delicia típica de Lisboa
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Plaza del Comercio en Lisboa
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Los tranvías permiten recorrer Lisboa
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Elevador de Santa Justa

Visitas imprescindibles en Lisboa

08 de agosto de 2018

Subir al Castelo de Sao Jorge, cenar en el Bairro Alto, montar en los tranvías amarillos o descubrir el fado, algunas ideas para vivir la ciudad.

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Lisboa está de moda. La ciudad del fado, de los tranvías que escalan colinas imposibles y de los atardeceres con una luz única ofrece planes para todo tipo de bolsillos y todo tipo de viajeros. Existen un sinfín de lugares únicos que ver en Lisboa, la capital portuguesa ofrece planes cada vez más exclusivos: cenar en la terraza de uno de los mejores restaurantes del Bairro Alto, rutas por la Mouraria, alojamientos únicos en Alfama… Aún existiendo estas opciones únicas, al alcance de muy pocas personas, también hay lugares imprescindibles que tenemos que visitar en la ciudad del Tejo.
 
Bairro de Alfama
Es uno de los barrios más antiguos de la ciudad, sus casas desafían la gravedad marcada por la colina coronada por el Castelo de São Jorge. Este castillo medieval situado en una posición privilegia nos ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Antiguamente conocido como “Castelo dos Mouros”, tras la reconquista en el siglo XII por parte de Alfonso Henríquez, primer rey de Portugal, fue reconvertido en palacio real hasta el siglo XVI. Hoy en día es un lugar idóneo para pasear, lleno de jardines y de historia.
 
Muy cerca del castillo nos encontramos dos de los miradores imprescindibles: Portas do Sol y Santa Lucía. A ellos podemos llegar en el popular tranvía 28, que recorre gran parte de la ciudad, trepando por calles empinadas. Al lado nos encontramos con la , la catedral lisboeta. Un templo que debido a su situación destaca en el skyline lisboeta.
 
Uno de los mejores días para visitar este barrio será el sábado y el martes para aprovechar la Feira da Ladra. En este mercadillo que se celebra al lado del Panteón Nacional se podrá encontrar casi de todo. Desde revistas de los años 20 hasta figuritas de colección o ropa de segunda mano.
 
Belém, el río Tejo y los pastéis de nata
Desde el centro recorremos todo el río Tejo hasta casi su desembocadura para encontrarnos con la famosa Torre de Belém. Es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina. Antiguamente era un edificio defensivo, hoy es uno de los lugares más visitados desde donde disfrutar de los atardeceres únicos de Lisboa.
 
Muy cerca de la torre, otro de los monumentos más visitados es el Mosteiro dos Jerónimos, construido en el siglo XVI para dejar marcado en la historia la época dorada de los descubrimientos del naciente imperio portugués. Y en cuanto salgamos del monasterio, otra parada imprescindible es en la tienda de los Pastéis de Belém para agasajar a nuestro paladar con un tradicional pastel de nata.
 
Baixa-Chiado, nos encontramos con la parte bohemia
Volvemos al centro de la ciudad para pasear por las zonas más bohemias y mejor planificadas de la ciudad. Calles cuadriculadas, reconstruidas tras el terremoto de 1755. Los barrios de A Baixa y Chiado son los motores comerciales de la ciudad, donde podemos encontrar establecimientos comerciales emblemáticos y exclusivos, junto a cafeterías como A Brasileira, donde resiste pétreamente uno de los visitantes más ilustres, el escritor Fernando Pessoa.

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