Opel Crossland X 1.2 Turbo

La fiebre SUV está acabando con las carrocerías monovolumen que tanta aceptación tuvieron hace una década para familias con niños que buscaban un coche no muy grande con un buen maletero y todas las comodidades para viajes vacacionales o para uso diario. El Opel Meriva ha derivado en un todocamino o crossover que se denomina Crossland X, y que con sus 4,12 metros de longitud se sitúa en el segmento SUV B, para competir de forma directa con modelos como el Renault Captur, Nissan Juke, Peugeot 2008, Fiat 500X, SEAT Arona o Kia Stonic, por citar algunos, ya que la mayoría de las marcas están presentes en el reparto de este suculento pastel.
 
A la venta desde el pasado verano, tiene un aspecto atractivo y se fabrica en la factoría de Opel en Figueruelas (Zaragoza), situándose por debajo del Grandland X, que es el modelo grande de la gama, y el Mokka X, que es un poco más grande (63 milímetros). De aspecto desenfadado y divertido, este pequeño SUV gusta bastante al público joven porque su diseño es atractivo y marca diferencia con otros modelos del mercado, sobre todo si lleva la carrocería de un color y el techo de otro, como sucede en el modelo probado, rojo en el cuerpo y negro en techo y montantes con una banda cromada que marca la silueta del techo.
 
La habitabilidad es uno de los puntos fuertes de un coche que con solo 4,12 de longitud parece mucho mayor y cuenta con dos plazas delanteras bastante amplias y cómodas –nuestra unidad llevaba los asientos AGR, muy recomendables- y en las traseras pueden viajar dos adultos, incluso de tallas grandes, y un niño en la plaza central. Además, el maletero cuenta con una capacidad razonable (410 litros), mayor que muchos vehículos compactos tipo Opel Astra o Volkswagen Golf, y además se puede ampliar la superficie de carga deslizando la banqueta trasera, lo que implica menos espacio si viaja alguien en esos asientos.
 
El salpicadero, de corte tradicional con los dos relojes analógicos en el cuadro de mandos y una pequeña pantalla en el centro para el ordenador de viaje, está bien resuelto y los materiales son bastante aceptables, así como los ajustes. En el centro hay una pantalla táctil de 7” desde la que se maneja el sistema de entretenimiento, agrupando el navegador, sonido, teléfono manos libres y algunas apps que resultan de utilidad, además de poder replicar la pantalla del Smartphone si lo conectamos con el cable a través de Android Auto o Apple CarPlay. El coche probado llevaba el sistema de conexión Wi-Fi Opel OnStar, un servicio que desaparecerá próximamente, según ha anunciado el grupo PSA, donde está integrada la marca Opel desde hace unos meses.
 
El motor 1.2 Turbo de 130 CV que hemos probado es el más potente de la gama y nos ha resultado bastante agradable por suavidad de funcionamiento. Es un bloque de tres cilindros que desde dentro apenas se percibe el ruido mecánico por lo bien aislado que está, y al llevar un turbocompresor la entrega de potencia es casi inmediata a partir de las 1.750 rpm. La caja de cambios manual de seis velocidades funciona correctamente y las últimas marchas están enfocadas a obtener un consumo bajo de combustible, de 5,1 litros según la ficha técnica, y de 6.0 litros durante nuestra prueba.
 
La gama Crossland X es bastante completa, pudiendo elegir entre tres niveles de acabado -Selective, Excellence y Ultimate-, con cinco motorizaciones disponibles, tres de gasolina -1.2 de 80, 110 y 130 CV- y dos diesel 1.6 de 100 y 120 CV, todos con sistema de tracción delantera y cambio manual, excepto en el 1.2 de 110 CV que puede montar una caja automática de 6 velocidades. Los precios parten de 18.272 euros, y en el caso de la versión probada, con el motor 1.2 Turbo de 130 CV en acabado Ultimate, sale por 25.192 euros, aunque si se aplican los descuentos promocionales y el de financiación se puede adquirir desde 21.640 euros.
 
Frente al 1.6 CDTI de 120 CV en el mismo acabado Ultimate hay una diferencia de 1.500 euros, y aplicando los costes de amortización y el actual precio del combustible, habría que recorrer 79.000 kilómetros hasta que el coche diesel fuera más rentable. Si a esto sumamos las trabas que se van a encontrar este tipo de vehículos si las autoridades europeas siguen empeñados en cargárselo, esta versión de gasolina será la más indicada para el 90% de los conductores.
 
El equipamiento de la versión tope de gama es de lo más completo, incluyendo llantas de 17” Gris Technical, control de presión de los neumáticos, tapicería de tela, asientos traseros deslizantes, Adaptador Inteligente de Velocidad con cámara frontal, Alerta de Cambio Involuntario de Carril, asistente de aparcamiento delantero y trasero, detector de señales de velocidad, Pack Safety (detector de fatiga, prevención de colisión frontal, frenada automática de emergencia y detector de peatones), control automático de luces, Head-up display, luces de conducción diurna LED, sistema de audio Premium con 7 altavoces incluido subwoofer y sistema de navegación Navi900 IntelliLink.
 
Entre los elementos opcionales tenemos la pintura metalizada (495 euros) con la posibilidad del techo en otro color diferente, llantas de aleación 17” diseño Titanio (350 euros), rueda de repuesto de 16” (100 euros), tapicería Morrocana Florey con asientos AGR (685 euros), sistema de aparcamiento automático Pack Park & Go Plus (650 euros) que también lleva alerta de ángulo muerto, gancho de remolque desmontable (670 euros) y Opel OnStar (800 euros).
 
Ficha técnica
Opel Crossland X 1.2 Turbo 130 Ultimate
Dimensiones
Longitud: 4.212 milímetros
Anchura: 1.765 milímetros
Altura: 1.605 milímetros
Batalla: 2.604 milímetros
Peso: 1.274 kilos
Depósito combustible: 45 litros
Maletero: 410 litros
 
Motor
Tipo: gasolina, 3 cilindros en línea
Cilindrada: 1.199 cm3
Potencia: 130 CV a 5.500 rpm
Par máximo: 230 Nm a 1.750 rpm
Cambio: manual 6 velocidades
Tracción: delantera
 
Prestaciones
Velocidad máxima: 206 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 9,1 segundos
Consumo medio: 5.1 litros
Emisiones CO2: 116 g/km
Normativa: Euro 6
 
Precio: desde 21.640 euros
 
José A. Prados – www.vidapremium.com