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MINI Cabrio Cooper S

26 de abril de 2017

Pulsamos el botón y con la capota abierta nos ponemos a los mandos de un descapotable que con 192 CV se muestra alegre y equilibrado.

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Hace algo más de un año salió a la venta la nueva generación del MINI Cabrio, un coche de capricho que sigue siendo uno de los más admirados cuando su conductor presiona el botón situado junto al retrovisor interior y se recoge la capota en menos de 18 segundos, dejando a la vista una preciosa silueta. A pesar de ser una capota textil, cuando está cerrado se comporta como un auténtico coupé que puede usarse durante todo el año y está siempre deseando que aparezca un rayo de sol para descubrir sus encantos.
 
En esta extraña primavera con numerosos cambios de tiempo hemos tenido ocasión de probar el nuevo MINI Cabrio durante unos días y experimentar el placer de circular a cielo abierto con unas magníficas temperaturas. También hemos podido comprobar que en menos de 15 segundos vuelve a estar cerrado el techo –se puede accionar también en movimiento hasta una velocidad de 30 km/h- y nos encontramos a salvo del inesperado chaparrón que aparece en nuestra ruta sin estar invitado. La operación se realiza de forma completamente automática por primera vez en la historia de este coche.
 
Con el paso de las distintas generaciones, el MINI ha ido creciendo de tamaño, y este Cabrio ya alcanza los 3,85 metros de longitud con una batalla de 2,45 metros que permite un habitáculo razonablemente amplio. El puesto de conducción sigue siendo uno de los referentes en su categoría, un elemento indispensable para lograr esa sensación de ir en un kart que siempre ha caracterizado a la marca británica, y su interior sigue causando admiración a partir de las formas redondeadas de los mandos y los pulsadores tan originales. A esto hay que añadir muchas posibilidades de personalizar el interior con luces de colores y detalles como el logo que aparece iluminando el suelo cuando estacionamos el coche.
 
Hay un MINI Cabrio desde 24.050 euros y la posibilidad de elegir entre seis motorizaciones, cuatro de gasolina de 102, 136, 192 y 231 CV, además de dos diesel, el Cooper D de tres cilindros con 116 CV y el Cooper SD de cuatro cilindros con 170 CV. El modelo de nuestra prueba es el Cooper S (desde 32.250 euros con cambio manual de 6 velocidades) en color Azul Electric Blue metalizado (500€), unas espectaculares llantas Yours Vanity Spoke bitono de 18” (1.300€) con neumáticos Runflat y la capota MINI Yours en color negro con la bandera Union Jack grabada en plata (849€). En el interior lleva tapicería de cuero Lounge Satellite Grey (1.700€) en tono gris claro y molduras en color Piano Black, además de la cámara de visión trasera (360€) integrada en la pantalla del navegador, Head-up Display a color (550€), sistema de navegación MINI (850€) y un potente equipo de sonido Harman Kardon (850€). El precio final es de 38.930 euros con estas opciones mencionadas, un coche de capricho y a medida para disfrutar del buen tiempo al aire libre, y todo el año si eres valiente.
 
La versión probada, con un motor de 192 CV y 300 Nm de par entre 1.250 y 4.600 rpm es una de las más recomendables si lo que buscamos es diversión al volante con un punto de equilibrio entre potencia y consumo. Es una motorización muy divertida y fácil de conducir con la que se puede ir rápido sin ningún esfuerzo y el gasto de combustible no resulta excesivo en ningún caso -6,1 litros de media según el fabricante, 7 litros justos en nuestra prueba-. En cuanto a prestaciones, más que de sobra con los 230 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos.
 
El cambio manual de seis velocidades es una maravilla por la precisión y suavidad de funcionamiento, aunque habrá quien prefiera un cambio automático Steptronic de seis marchas por el que tendrá que pagar 1.750 euros más, pero que agradecerá si se usa mucho en ciudad, ya que la excelente gestión que hace de las marchas hace que baje el consumo medio. Las suspensiones están muy bien conseguidas, sin resultar excesivamente duras absorben todo tipo de irregularidades y sujetan bien la carrocería, en la que apenas se nota que es un descapotable gracias a los refuerzos.
 
La capacidad del maletero puede ser uno de los grandes inconvenientes de este coche -215 litros con la capota cerrada y 165 litros cuando está abierta-, pero tiene la ventaja de que las plazas traseras son bastante aprovechables y existe la posibilidad de introducir objetos largos. Cuando circula descapotado, el confort es bueno hasta una velocidad de 100 km/h, pudiendo mantener una conversación de forma agradable y viajar escuchando música. A partir de esta velocidad –al circular por autopista-, es mejor cerrar la capota si no queremos acabar con un buen dolor de cabeza al final del viaje. Un detalle curioso y único del MINI Cabrio es el contador que aparece en el ordenador, donde se indica el tiempo que el coche ha circulado con la capota abierta, además de la aplicación MINI Connected XL que avisa de la previsión de lluvia en la ruta.
 
Es un coche que apenas tiene rivales en el mercado, y mucho menos con esta motorización. Podríamos enfrentarlo con un Volkswagen Beetle Dune TSI de 220 CV desde 34.000 euros, un Abarth 124 Spider o un Abarth 595 Cabrio con motor 1.4 T-Jet de 180 CV por 26.680 euros.
 
José A. Pradoswww.vidapremium.com

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