Volkswagen Scirocco R

Toma el nombre del modelo creado por Karmann en 1974 con una espectacular carrocería deportiva de tres puertas, pero en esta segunda etapa –desde 2008- con unas líneas más redondeadas y un aspecto más impactante, sobre todo visto desde la zaga. En 2014 sufrió un ligero lavado de cara hasta que llegue la nueva generación, y en la actualidad se vende con seis motores, con el modelo Scirocco R que hoy nos ocupa como máximo exponente de deportividad gracias a sus 280 CV.
 
Además de un motor más potente, el Scirocco R tiene algunos elementos exteriores que delatan su capacidad sobre el asfalto, como las grandes entradas de aire frontales en color negro brillante, faros bi-xenon con iluminación dinámica en curva, luces diurnas LED, carcasas de los retrovisores exteriores en cromo mate, estriberas ensanchadas, pinzas de frenos en color negro con el logo ‘R’ y una trasera con tubos de escape cromados, gran alerón de techo y llantas de 18” tipo Cádiz.
 
En el interior encontramos detalles decorativos en ‘Carbon Touch’, aplicaciones en Piano Black brillante, pedales en aluminio, instrumentación en color azul, volante multifunción con pespuntes decorativos en gris cristal, un conjunto con una discreta deportividad que no se sale de tono en un vehículo de altas prestaciones como este.
 
Los tonos azules son los dominantes en el interior, presentes en las agujas de los relojes analógicos del cuadro de instrumentos principal y también en las agujas de los relojes que hay situados en el centro del salpicadero, en la parte superior, donde encontramos un termómetro para la temperatura del aceite del motor, un cronómetro para medir tiempos en tandas de circuito y un indicador de la presión del turbo. La ‘R’ que identifica al modelo está presente en el volante –de base plana con mandos para el audio y teléfono-, umbrales de las puertas y en la parte trasera, donde lucen dos escapes circulares imponentes.
 
El motor 2.0 TSI de cuatro cilindros en línea, inyección directa, turbo e intercooler, entrega una potencia de 280 CV a 6.000 rpm con un par máximo de 350 Nm entre 2.500 y 5.000 rpm, un amplio margen de utilización que permite una suave entrega de potencia en condiciones normales, que se muestra contundente en el momento que decidimos sacar el máximo potencial a la mecánica. Utiliza el mismo motor que el Golf R, aunque con una potencia inferior (300 CV) y niveles de prestaciones similares.
 
El Scirocco R tiene una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, con consumos muy ajustados para tratarse de un deportivo: 7,9 litros en ciclo medio y unas emisiones de CO2 de 185 g/km, que no son difíciles de conseguir en una conducción ‘relajada’ si es que alguien puede resistirse a los encantos de esta joya pensada para quemar adrenalina en cada instante.
 
La dirección es de cremallera, con asistencia eléctrica y un diámetro de giro de 11 metros, resultando bastante agradable de manejar y progresiva cuando el coche circula a rápido por autovías. De serie viene con neumáticos 235/40 calzados sobre llantas de 18” con un buen compromiso entre agarre y confort, pisando bien sobre todo tipo de asfalto. La estabilidad es impecable, con un control de estabilidad que entra en funcionamiento en el momento necesario y que se puede desconectar para sacar un mayor rendimiento en circuitos si en conductor lo desea.
 
La potencia se transmite a las ruedas delanteras, y aunque muchos puristas hubieran preferido que fuera tracción trasera, la verdad es que el comportamiento es muy noble y obedece fielmente a las instrucciones que recibe desde el volante. En casos de asfalto resbaladizo no vendría mal una tracción integral 4Motion, que no se contempla para este modelo.
 
El precio del Scirocco R con cambio manual de 6 velocidades es de 39.310 euros y con el cambio automático DSG de seis velocidades asciende a 41.040 euros, una opción muy recomendable por el buen funcionamiento de esta transmisión, que permite conducir en modo completamente automático (D), secuencial manejando al gusto del conductor el cambio mediante las levas situadas detrás del volante o con la propia palanca, y Sport (S) que proporciona unas sensaciones aún más deportivas, modificando el tacto del acelerador, cambio –si monta la caja DSG- y dirección. Si el presupuesto no da para tanto, queda la opción de elegir un Scirocco GTS con el motor 2.0 TSI de 220 CV por 34.140 euros o algo mucho más discreto pero que va fenomenal como el 1.4 TSI de 125 CV por 24.720€.
 
A estos precios habrá que añadir la pintura metalizada (220€ el Blanco Puro, 560€ el Azul Intenso y 1.120€ el Blanco efecto nácar), llantas de aleación Lugano en negro de 19” con neumáticos 235/35 por 860 euros o llantas Cádiz en ese mismo tamaño por 755€, techo panorámico por 715€ o los asientos deportivos ‘Bucket’ que cuestan nada menos que 3.750 euros. Al final, la unidad que hemos probado, con la mayoría de los extras enumerados, sale por 46.820€ y tenemos un coche de capricho.
 
Es un coche ‘racional’ dentro de la locura que supone en estos momentos una potencia y unas prestaciones con las que puedes perder todos los puntos a los cinco minutos de salir del garaje, pero tiene todos los elementos para practicar una conducción deportiva muy segura y divertida en cualquier circunstancia, sobre todo enlazando curvas en una carretera de montaña, donde se desenvuelve de maravilla, ya que es su hábitat natural, mucho mejor que los atascos que se forman estos días en Madrid a causa de la lluvia y los numerosos accidentes, la pesadilla de este coche.
 
Por ponerle alguna pega, comentar que el Scirocco R está homologado para cuatro plazas y que los asientos tipo ‘bacquet’ forrados en cuero resultan algo incómodos en la conducción diaria, aunque son altamente eficaces cuando el coche rueda deprisa por carreteras de curvas, donde muestran una magnífica sujeción. En el maletero encontramos una rueda de repuesto de emergencia –tipo galleta- en cuyo interior se aloja el subwoofer del equipo de sonido.
 
José A. Prados – www.vidapremium.com