Renault Mégane Sport Tourer

La cuarta generación del Renault Mégane ya tiene disponible en el mercado español la carrocería familiar, que en este caso se denomina Sport Tourer, un coche de 4,63 metros de longitud que ha evolucionado en diseño, amplitud interior, calidad de acabados y tecnología para ofrecer un vehículo muy completo y práctico con el que viajar en familia o llevar una cantidad importante de equipaje cuando se practican deportes de aventura o disfrutar del aire libre.
 
Poco tiene que ver con el Mégane Break que inició la saga de familiares en el año 1999, al que más tarde se denominó Gran Tour en la segunda generación, y a partir de la tercera generación ya toma el nombre de Sport Tourer, con una trasera perfectamente en la carrocería y líneas mucho más deportivas que resultan para muchos más atractivas que las de la berlina, incluso conductores sin niños eligen esta carrocería por su versatilidad.
 
Es un vehículo Made in Spain 100%, ya que se fabrica en Palencia con motores procedentes de la factoría de Valladolid y la mayoría de las versiones llevan cajas de cambios fabricadas en Sevilla. Se vende en 38 países de todo el mundo y su diseño es uno de los principales argumentos que tienen en cuenta los conductores. Por eso valorarán la nueva imagen, con una parrilla más grande en la que se inserta el logo del rombo, faros LED diurnos en forma de ‘C’, una trasera con una fina línea roja LED que identifica al modelo y una trasera en la que se ha integrado bien un enorme maletero.
 
En el interior no hay diferencias respecto al Mégane de cinco puertas que ya se comercializa desde el mes de febrero, con el clásico salpicadero presidido por una gran pantalla táctil en formato vertical que parece una tablet, a la que cuesta algo acostumbrarse pero que al final resulta cómoda. En cuanto a las mecánicas son similares a la berlina, tres gasolina –TCE 100, TCe 130 y TCe 205, éste último motor reservado al GT- y cuatro diesel de 90, 110, 130 y 165 CV, con varios niveles de acabado: Life, Intens, Zen, Bose y GT Line. Respecto a la berlina, crece 27 centímetros hasta alcanzar los 4,63 metros de longitud, con una anchura de 1,81 metros, 1,45 de altura y una batalla de 2,71 metros.
 
Como ya se pueden imaginar nuestros lectores, el gran protagonista de este coche es el maletero, un amplio espacio que tiene una capacidad de 580 litros hasta la bandeja, y que se convierte en un enorme lugar donde transportar todo tipo de objetos si abatimos los asientos, llegando hasta un máximo de 1.695 litros y la posibilidad de introducir objetos de hasta 2.70 metros de longitud con el asiento del pasajero delantero abatido. Bajo el suelo del maletero hay un espacio de 50 litros donde los pequeños objetos viajan sin moverse de su sitio y la bandeja se puede inferior se puede colocar en posición vertical para que no se mueva el equipaje. Además, los asientos traseros se abaten fácilmente con solo pulsar un botón y el amplio portón trasero facilita las cosas a la hora de introducir objetos voluminosos.
 
La dinámica de conducción no sufre cambios respecto a la berlina y apenas notamos que es un coche más grande (27 centímetros), sólo a la hora de aparcar, que necesita mayor espacio. Mediante el botón Multi Sense se puede elegir hasta cinco modos de conducción (Normal, Sport, Confort, ECO y Personalizado) que cambian rápidamente el comportamiento y las reacciones del coche, afectando al tacto del acelerador, parámetros del cambio EDC, dirección, iluminación interior del habitáculo, sonido del motor, climatización, masaje de los asientos y el color del cuadro de mandos.
 
Para realizar una conducción más deportiva y en carreteras de curvas es recomendable la posición Sport, que añade un toque más enérgico y cambia hasta el color del cuadro de instrumentos, en color rojo, suspensiones más firmes y menor inclinación de la carrocería en las curvas. En zonas con firme en mal estado y muchos badenes, mejor el modo Confort, y el modo ECO es para quienes buscan un mayor ahorro de combustible, pues limita los acelerones fuertes y el gasto del climatizador.
 
Como suele ser habitual en Renault desde hace años, la seguridad es uno de los puntos fuertes del Mégane Sport Tourer, que incluye elementos como el Head-up Display a color que evita las distracciones al tener toda la información básica –velocidad, señales de tráfico, indicaciones del navegador- en una pantalla frente al conductor, y otros avances como la frenada asistida de emergencia, detector de ángulo muerto, detector de cambio involuntario de carril, alerta de señales de tráfico –límite de velocidad y prohibición de adelantar-, así como un asistente de aparcamiento que estaciona el coche tanto en batería como en línea y en oblicuo.
 
Las novedades más destacadas de la gama Mégane Sport Tourer son el acabado GT Line, que parte del Zen, pero con un equipamiento más completo que incluye llantas de aleación de 17”, volante deportivo, inserciones de aluminio en el salpicadero y el color Azul Rayo exclusivo, y las versiones GT con los motores TCe 205 y dCi 165, que se caracteriza por una parrilla nido de abeja, el sistema 4Control que gira ligeramente las ruedas traseras para facilitar el giro a baja velocidad y dar más maniobrabilidad a velocidades altas, el botón RS Drive, que activa el modo Sport, una dirección más precisa y el Launch Control, que se activa tirando de las dos levas a la vez con el freno pisado, catapultando el coche con la máxima aceleración en el momento en que se suelta el pedal de freno.
 
Los precios del Mégane Sport Tourer en gasolina van desde 17.350 a 22.450 euros, mientras que en diesel parten de 18.700 euros y llegan hasta los 24.400 euros de la versión más potente y equipada. El modelo más deportivo de la gama, el GT, tiene un precio de 26.40 euros con el motor TCe de 205 CV y el dCi 165 con cambio EDC y sistema 4Control sale por 28.850 euros y estará a la venta en noviembre.
 
José A. Prados – www.vidapremium.com