Opel Insignia

Tras el éxito de la primera generación del Opel Insignia (2008-2017), de la que se han vendido más de 900.000 unidades -70.000 de ellas en España-, a partir del mes de junio se pone a la venta la segunda generación en dos carrocerías, Grand Sport y Sports Tourer, con una gama de motores muy completa de 110 a 260 CV y precios que parten desde 28.658 euros en la versión de cinco puertas y desde 29.858 en el familiar.
 
El cambio es notable en esta berlina, tanto en dimensiones  -crece hasta los 4,90 metros de longitud- como en diseño y tecnología, de forma que se posiciona como uno de los modelos más importantes de su segmento y rivalizará con algunos fabricantes Premium porque su equipamiento es muy completo y el precio es mucho más competitivo.
 
La gran aceptación que ha tenido el Opel Insignia se debe a un diseño atemporal que fue bastante revolucionario cuando se lanzó hace casi 10 años y así lo reconoció la prensa especializada al otorgar el premio de Coche del Año en Europa en 2009. En la segunda generación los diseñadores de Opel se han inspirado en el concept-car Monza de 2013, del que hereda algunos rasgos para darle un aire deportivo a una berlina de cinco plazas que resulta elegante y atractiva a primera vista.
 
La base de la que parte es la nueva plataforma Epsilon 2, pensada para alojar toda una batería de elementos de seguridad y confort que hacen del nuevo Insignia un coche divertido de conducir, seguro y conectado con todo lo que necesita el usuario actual. En el frontal destaca la parrilla, los faros con un nuevo diseño más estrecho cuyas luces diurnas LED apuntan hacia el exterior y unas dimensiones que dan la impresión de ser más robusto, con una afilada línea aerodinámica que fluye mejor cuando choca contra el viento (Cx = 0,26). Además, la utilización de materiales más ligeros ha permitido rebajar el peso del conjunto hasta en 200 kilos en algunas versiones. Y esto se nota cuando uno se pone al  volante.
 
También se han hecho cambios importantes en el interior, en el que ahora encontramos menos botones y todo está agrupado de una forma más estudiada, con la información enfocada hacia el conductor. En el nivel superior está todo lo relacionado con la vista, como la pantalla del Head-up display a color, que ahora se proyecta en el parabrisas para una mejor legibilidad, o la pantalla multimedia en el centro del salpicadero, de 7 y 8” según el acabado elegido. En la zona central están los controles del audio y la climatización, y en un nivel inferior todo lo relacionado con la conducción, como la palanca del cambio o el selector del modo de conducción.
 
Las plazas traseras han ganado algo de espacio a pesar de la caída del techo y el maletero sigue siendo uno de los puntos fuertes de este coche, con una capacidad de 490 a 1.450 litros en la versión de 5 puertas y desde 560 a 1.665 litros en el Sports Tourer, y la ventaja de que es una superficie bien aprovechada. En la línea lateral tiene los nervios de las puertas muy marcados y a partir del centro del coche el techo inicia una suave línea descendente que define su silueta al estilo coupé clásico, acompañado por una distancia entre ejes muy amplia (2,83 metros).
 
La gama de motores es muy completa, con tres opciones en gasolina de 140, 165 y 260 CV y otras tres en diesel -1.6 CDTI de 110 y 136 CV y 2.0 CDTI de 170 CV-. La novedad más importante es el motor de gasolina 1.5 Turbo que se ofrece con dos niveles de potencia -140 y 165 CV-, resultando de lo más agradables a la hora de conducir por suavidad y elasticidad, además de acompañar en la versión más potente con un delicioso sonido que deleitará a quienes saben apreciar la conducción más deportiva. El consumo es muy contenido –entre 5,7 y 5,9 litros- y estamos seguros de que muchos conductores se animarán a comprarlo si tienen oportunidad de hacer unos kilómetros con él antes de tomar una decisión.
 
La gran apuesta de la segunda generación del Opel Insignia es tecnológica, con una gran cantidad de novedades que se incorporan para hacer de él uno de los coches más completos del mercado. Para empezar, las luces matriciales LED, que ahora montan un total de 32 elementos que se encargan de adaptarse a las necesidades de cada instante, con un alcance que llega hasta los 400 metros. También monta un sistema de visión 360º a partir de cuatro cámaras instaladas debajo de los retrovisores y en la parte delantera y trasera, facilitando enormemente las maniobras, aunque si el cliente lo desea, el coche puede aparcar de forma automática. El control de velocidad adaptativo puede llegar a frenar y acelerar manteniendo la distancia de seguridad con el coche que nos precede, muy útil en atascos, y mediante la cámara OpelEye está todo controlado, llegando a frenar si hay riesgo de colisión o atropello a un peatón, que sufrirá menos daños gracias al capó activo que se eleva 2 centímetros en unos instantes.
 
La conectividad es otro de los puntos fuertes del Opel Insignia, que monta, al igual que sucede en otros modelos de la gama, el sistema OnStar, en este caso con nuevos servicios como la reserva de plazas de hotel o la búsqueda de plazas de aparcamiento. Y si el móvil se queda sin batería, puede recargarse en una base por inducción que hay bajo el apoyabrazos central.
 
José A. Prados – www.vidapremium.com