Infiniti Q60

El año 2016 ha significado el despegue definitivo de la marca Infiniti en Europa, con crecimientos espectaculares (un 149% en España respecto a 2015) gracias al lanzamiento de modelos de volumen como el Infiniti Q30 y el Infiniti QX 30, dos compactos Premium con aire ‘crossover’ que se posicionan como vehículos de acceso a la gama. El objetivo de la marca en nuestro país es mantener esta tendencia de crecimiento y alcanzar las 1.700 unidades, y para llegar a esta cifra contarán con un atractivo más, el nuevo coupé Q60, presentado en enero en el Salón de Detroit y que ahora se pone a la venta, cumpliendo la promesa de “un modelo nuevo por año”.
 
Se trata de la segunda generación del Infiniti G37 que llegó al mercado en 2007, con unas líneas más depuradas, una estética muy atractiva y una tecnología de conducción mucho más avanzada para satisfacer a un cliente que suele ser exigente en este segmento. Mide 4,67 metros de longitud y sus esculturales líneas se basan en el prototipo Q80 Inspiration de 2014 y en el Q60 Concept, de los que hereda una parrilla de doble arco cromada con forma de panal de abeja, unos faros muy llamativos con las formas del ojo humano y unos trazos de coupé clásico con el morro alargado, un parabrisas bastante inclinado y techo que desciende suavemente hasta la tapa del maletero.
 
El segmento de los coupés Premium en nuestro país no tiene un elevado volumen de ventas, pero significa un buen prestigio para las marcas alemanas y japonesas más conocidas. Entre los rivales del Q60 se encuentran el Audi A5 Coupé (desde 43.300€), Mercedes C Coupé (desde 41.900€), Lexus RC 300h (desde 45.900 euros) o BMW Serie 4 Coupé (desde 40.700€), todos ellos con siluetas similares, una buena calidad de conducción y acabados de gran calidad.
 
La elegante silueta deportiva del Q60 no pasa desapercibida, como hemos podido comprobar en la prueba realizada por el centro de Madrid y carreteras de la Sierra, cautivando muchas miradas. Es un producto diferente, lleno de encanto, para quienes buscan algo que no esté muy visto.
 
A diferencia de la mayoría de sus rivales, únicamente se ofrece con dos motorizaciones de gasolina. El motor de acceso es el 2.0t de cuatro cilindros turbo, que entrega a las ruedas traseras una potencia máxima de 211 CV (155 kW) a 5.500 rpm y un par de 350 Nm entre 1.250 y 3.500 rpm y con un consumo medio homologado de 6,8 litros, equivalentes a 156 g/km de CO2. Viene de serie con una caja automática de 7 velocidades que se puede manejar con la palanca en modo secuencial y con las levas –únicamente en la versión Sport-. Alcanza los 235 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 en 7,3 segundos.
 
A priori habrá quien piense que este motor se queda corto para un coche de carácter deportivo. Pues los escépticos deberían probarlo como hemos hecho nosotros en una toma de contacto durante dos horas para salir de dudas. Suena bien al arrancar, sin que resulte demasiado escandaloso, en ciudad se muestra suave y fácil de conducir, y demuestra todo su nervio en carreteras de montaña con el modo Sport activado, combinado con una dirección que transmite deportividad y una carrocería que apenas se mueve al enlazar curvas. Lo que más nos ha sorprendido es la buena capacidad de aceleración y el poco ruido que entra en el habitáculo, que obliga a ir bastante atento al velocímetro para no tener sorpresas en los radares.
 
El 2.0t ya está a la venta desde 43.900 euros con la oferta de lanzamiento de Infiniti en España, y para el motor ‘gordo’, habrá que esperar unas semanas. El 3.0t es un V6 biturbo que entrega un total de 405 CV (298 kW) a 6.400 rpm y un par de 475 Nm entre 1.600 y 5.200 rpm, asociado a una caja de cambios automática de 7 velocidades y sistema de tracción integral AWD de serie. Alcanza los 250 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 5 segundos. Este modelo no pudimos probarlo, pero estamos deseando hacerlo.
 
La habitabilidad de las plazas delanteras es muy buena y el acceso al interior bastante cómodo a pesar de que tiene una carrocería baja (1,39 metros), con unos asientos de regulación eléctrica que resultan confortables en desplazamientos largos y una posición al volante con un toque deportivo y buena visibilidad. La instrumentación está enfocada al conductor, con dos relojes analógicos de buena lectura y una pantalla LDC en el centro, además de una pantalla para el sistema de navegación en el centro del salpicadero y otra debajo de ésta a modo de ‘tablet’ desde la que se manejan todas las funciones de audio, ajustes del coche y las apps de info-entretenimiento.
 
La calidad de los materiales es buena, tiene un diseño correcto e intemporal y todo resulta agradable al tacto. La única pega es el acceso a las plazas traseras, que no resulta muy cómodo al tener que mover el asiento por completo y la capacidad del maletero, de tan sólo 342 litros, con una boca de carga estrecha, aunque con espacio para guardar una bolsa de palos de golf completa.
 
El acabado Premium únicamente está disponible con el motor 2.0t y viene con un completo equipamiento: llantas de aleación de 19”, dirección activa variable, caja de cambio automática de 7 velocidades, ayuda de arranque en pendientes, capó activo para proteger al peatón en caso de atropello, control de crucero, frenada de emergencia con detección de peatones, aviso de abandono de carril (LWD), advertencia de colisión frontal, luces largas automáticas, faros LED autonivelables, luces LED traseras y doble tubo de escape cromado central.
 
El acabado Sport añade levas para el cambio de marchas detrás del volante, frenos deportivos de 4 pistones opuestos en color rojo, dirección con sistema adaptativo (DAS), mantenimiento de carril activo (ALC), suspensión dinámica digital (en el 3.0t), pedales y reposapiés en aluminio, acabados interiores en fibra de carbono y asiento del conductor con memoria.
 
Los precios de venta recomendados para el Infiniti Q60 en España son los siguientes:
Q60 2.0t Premium: 48.400 euros
Q60 2.0t Sport: 50.800 euros
Q60 3.0t Sport: 66.700 euros
 
José A. Prados – www.vidapremium.com